La promovente del evento y coautora de la obra, diputada María Elena Orantes López (MC), demandó dejar banderas políticas para alcanzar metas y objetivos que logren una paridad de género, la cual ya está escrita en la ley electoral.
La también presidenta de la Comisión de Protección Civil, señaló que se deben buscar estrategias políticas que permitan a más mujeres ocupar espacios de decisión, ya que tan sólo en la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, únicamente hay una coordinadora.
La secretaría de la Comisión de Igualdad de Género, Erika Rodríguez Hernández (PRI), coincidió en impulsar la participación de mujeres en espacios de decisión. “Sólo en la medida en que lo logremos, podremos distribuir el poder de manera igualitaria y construir un sistema político más transparente y democrático”, expresó.
“Es una tarea de justicia para las que en este momento sufren algún tipo de agresión o violación. Necesitamos acciones concretas, en el ámbito legislativo, que permitan acabar con la violencia política contra las mujeres”, afirmó.
Asimismo, continuó, fortalecer el anexo 13 del presupuesto de género, como una de las más importantes acciones afirmativas para lograr igualdad.
Mencionó que legislar con enfoque de género no debe ser más una frase de discurso. Es tiempo de cambios profundos para lograr una igualdad sustantiva, puntualizó.
Rodríguez Hernández comentó que la obra representa “la urgente pertinencia de reconocernos entre mujeres, ya que, de acuerdo con un informe del Foro Económico Mundial, faltan 170 años para lograr una paridad salarial”.
En su turno, la diputada Claudia Corichi García (MC) indicó que se tiene que generar mayor representación de mujeres en todos los espacios, ya que en los poderes Ejecutivo y Judicial no existe una cuota mínima de cargos para esta población. “No hay una representación siquiera del 20 por ciento en los puestos de ambos poderes”.
La también presidenta de la Comisión Especial para dar Seguimiento a los Procesos y Resultados de las Compras del Gobierno Federal, resaltó que es probable que cambien las cosas, más aún cuando existe la posibilidad de que una mujer esté al frente de la nación más poderosa del mundo occidental y otras dos están a cargo de países como Alemania y Gran Bretaña.
“Ojalá que este momento sea una oportunidad para cambiar, de lo contario será una oportunidad perdida”, afirmó.
De la misma bancada, María Candelaria Ochoa Avalos al referirse al Proyecto de Egresos de la Federación (PEF) 2017, dijo que 26 mil millones de pesos, “puede oírse mucho dinero, pero es solamente el 1.5 por ciento del presupuesto general destinado a mujeres”.
Reiteró que el libro logra descentralizar a las mujeres. No sólo en el centro del país ocupan cargos, sino en todos los estados de la República, y la obra menciona casos de algunas de ellas que han desempañado puestos en la política.
La directora de Estudios Sociales del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), Blanca Díaz Delgado, enfatizó que si se quieren lograr verdaderos cambios es necesario dejar banderas partidistas, a fin de mejorar la calidad de vida de la población femenina.
“Nuestras hijas no tienen que pasar lo que vivimos nosotras. Tenemos la obligación de dejarles un futuro mejor, un camino donde ellas puedan sentirse seguras y sepan que la paridad no vino de gratis, que a muchas nos costó sacrificios personales y que nos llamaran locas por querer participar en la política”, expresó.
La secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México y coautora del libro, Amalia García, aseguró que la violencia política de género existe y tiene una gran cantidad de manifestaciones. Un ejemplo se dio en Chenalhó, Chiapas, donde hubo resistencia para que una mujer indígena ocupara la presidencia municipal que había ganado. “Hubo, absolutamente, violencia política”.
Destacó que, a pesar de la determinación del tribunal electoral federal de hacer valer el artículo 41 Constitucional sobre lograr una paridad del 50 por ciento, existe una tradición cultural “pesada” de que el espacio que ocupemos debe ser el privado.
Desafortunadamente, continuó, las mujeres se han encargado del cuidado de madres, hermanas, esposas o parejas, un trabajo que no ha sido reconocido como tal, a pesar de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que las labores que se realizan en el hogar son equivalentes al 24 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
Se requiere que los gobiernos asuman la importancia de crear instituciones que compartan la tarea del cuidado de otros, garantizar suficientes guarderías y estancias infantiles, así como escuelas de tiempo completo; sin embargo, el presupuesto del 2017 destina cero pesos a la implementación de este tipo de colegios que permitirían a las mujeres salir en busca de un ingreso propio.
La ex diputada federal y coautora de la obra, Ruth Zavaleta Salgado, señaló que la mayoría de las mujeres en los estados no tienen oportunidad de hacer visible su trabajo. “Hemos avanzado en cuanto al número de mujeres que integran los congresos locales, pero se trata de una cuestión cultural, de demostrar que somos igual de capaces que los hombres y podemos tomar decisiones importantes”.
Declaró que se requiere cambiar la actitud de los gobernantes, que actualmente ejercen el poder, para lograr que las mujeres se integren en los cargos de decisión. Por ello, dijo, “me sumo a la iniciativa del presidente de la Cámara de Diputados sobre la paridad en los cargos del Poder Ejecutivo, pero también es necesario ver las presidencias de las comisiones ordinarias y especiales de la Cámara de Diputados y Senadores”.
También autora del libro y directora del DIF Gualajara, Jalisco, Lorena Martínez Ramírez, acotó que el tema de género ha sido visto como algo no tan importante. “Nos falta mucho para que la paridad de género se logre no sólo en la política, sino en la casa y los empleos, por lo que se debe impulsar una mayor toma de decisiones desde diversos espacios donde puedan incidir”.
“Hay muchos pendientes, vemos todos los días casos de violencia intrafamiliar brutales, mujeres a las que no se les contrata por el hecho de estar embarazadas; por ello, celebro que este tipo de eventos se lleven a cabo”, agregó.