El propósito de este centro es identificar marcadores moleculares tempranos y blancos moleculares con potencial terapéutico para enfermedades asociadas a inflamación crónica, exacerbadas por la exposición a contaminantes medioambientales como nanopartículas de dióxido de titanio (Ti02), micotoxinas y dioxinas. Para ello se busca formar investigadores altamente capacitados en herramientas de genómica.
En ceremonia, Luis Ignacio Terrazas, responsable técnico del Laboratorio, señaló que a casi dos años de funcionamiento se han procesado más de mil muestras en las diferentes áreas que lo constituyen: 342 secuenciaciones de pacientes en quienes se buscan genes asociados a cáncer de mama hereditario; 32 genomas bacterianos; 314 muestras orgánicas y, aproximadamente, 350 muestras en el área de citometría de flujo.
Además, dijo, se han logrado convenios con diferentes instituciones, cinco publicaciones internacionales, la participación de 14 estudiantes en las diferentes áreas, seis protocolos clínicos, 23 colaboraciones a nivel nacional e internacional, y se han empezado a generar los primeros ingresos, en particular a través de espectrometría de masas.
El espacio que aloja al Laboratorio, ubicado en la FES Iztacala, está asentado en una superficie de 300 metros cuadrados en cuatro áreas: Microscopía Electrónica, Citometría de Flujo, Secuenciación Masiva y Espectrometría de Masas. Se ofrecen servicios de investigación, técnicos y de análisis, no sólo para académicos e investigadores de la UNAM, sino de otras universidades, incluso del sector salud público y privado.
Luis Ignacio Terrazas destacó que están asociados con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, con quienes iniciaron la primera fase del proyecto, así como con el Instituto Nacional de Cancerología. Además, el Instituto Mexicano del Seguro Social busca participar con los universitarios. “En 2017 tenemos el compromiso de estar certificados y, después, obtener la acreditación”.
Por su parte, Carlos Arámburo de la Hoz, director General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA), expuso que en la actualidad la UNAM participa en 34 laboratorios nacionales, que representan 40 por ciento de todos los que existen en el país.
Patricia Dávila Aranda, directora de la FES Iztacala, resaltó el apoyo de la Coordinación de la Investigación Científica y del Conacyt en la materialización de este proyecto, abierto a la comunidad científica, académica y estudiantil de la UNAM y de las instituciones interesadas.
Finalmente, Verónica Bunge, directora de Redes e Infraestructura del Conacyt, planteó que éste es un laboratorio notable que ha abierto brecha en el país, pues aborda un tema de relevancia nacional que a todos interesa, en particular al sector salud.