Los asesinatos de mujeres, llamados técnicamente “feminicidios”, no cesan ni en México ni en Latinoamérica. Pareciera que hay una conspiración genérica, que obliga a muchos hombres machos a llegar al extremo de exterminar a las mujeres, yendo contra toda belleza, contra toda delicadeza, amor, generosidad, femineidad. Es la mujer la razón de la vida del hombre. Y muchos hombres lo entienden al revés.
No los entiendo. Pienso que los asesinos, los feminicidas, están enfermos de sexo porque llegan al extremo de odiar todo lo que sea femenino. No lo entiendo. A mí me fascina estar, conversar, ver sonreír, ver feliz a una mujer, fea o bonita, gorda o delgada, alta o chaparra. Es la mujer la fuente donde se crea la vida; es como un sagrario donde se transustancia el ser humano y se hace, y se modela, y se forma, y se lanza al mundo a vivirlo, a dar vida y vida en abundancia. Por eso entiendo que haya movimiento radicales en contra de los feminicidas. No me gusta que excluyan a la mujer en el transporte público en vez de reeducar a los machos.
Este jueves grupos, organizaciones de mujeres convocaron a un paro nacional contra los feminicidios en México. Distintas organizaciones feministas llamaron al paro de activadas, así como a una concentración a los pies de El Ángel de la Independencia, con el objetivo de denunciar los terribles casos de feminicidios ocurridos no sólo en México sino en Latinoamérica. Y no tiene caso narrar las historias de cada una de las víctimas. Haya muchas tragedias, muchas agresiones y no sólo en Juárez, el lugar insignia del asesinato de mujeres. También en todos los estados y municipios del país. Las madres en general forman machos y estos, cuando ya crecieron, se siente dueños de todo. Hasta de la vida de las mujeres. Yo lo he visto. Los he tratado. La mujer para la cama solamente. Ni siquiera para hacer la comida, para lavar la ropa, para hacer la casa porque nos machos generalmente no se casan, viven de casa en casa, aprovechándose de mujeres engañadas. Y luego el asesinato por equis o zeta “razón”.
Y el gobierno hace poco para cambiar estos malos hábitos, estas perversas conductas del macho. Bueno hasta en el aparato gubernamental hay machos que maltratan a la mujer y sólo se aprovechan de su cuerpo. Hay que decirlo claro y alto, como el canto del gallo. Porque no hay otra razón para que estos miserables, que deben de estar de por vida en el hospital que hace años se llamaba La Castañeda.
México se sumó a una iniciativa que surgió en Argentina, como respuesta al feminicidio de la joven Lucía Pérez , quien fue drogada para posteriormente ser abusada sexualmente vía vaginal y anal.
Y así claman las organizaciones feministas de toda Argentina: “Desde la rabia y la indignación convocamos a todas las mujeres en el territorio nacional al paro simultáneo que se llevará al cabo en Argentina y México, el próximo (este jueves) 19 de octubre”.
Mientras tanto en México la ola de asesinatos contra mujeres transexuales, como el caso de Paola , ocurrido la madrugada del 30 de septiembre en la colonia Buenavista, el ataque de Itzel Durán de 19 años en Comitán, Chiapas, el pasado sábado 8, y el feminicidio de la integrante de la Red de Jóvenes Trans, Alessa Flores, activista y trabajadora sexual encontrada muerta en un hotel de calzada de Tlalpan, el 13 de octubre. Recientemente, el feminicidio de una madre y su hija en Ecatepec , Estado de México, el sábado 15 de Octubre.
Todas estas son razones suficientes para alzar la voz y decir ¡Basta!
El paro fue sólo simbólico; de una hora, entre las 13:00 y las 14: 00 horas; laconcentración en el Ángel de la Independencia sería a partir de las 17:00 horas.
Protestan contra feminicidios en la CDMX El contingente se concentró en las inmediaciones del Ángel de la Independencia y después marchó sobre Paseo de la Reforma, así como por avenida Juárez, para llegar al Palacio de Bellas Artes. Con pancartas y gritando consignas, los manifestantes buscaban que las autoridades hicieran justicia por la muerte de sus familiares.
La muerte de Lucía, quien cursaba el último grado de secundaria, es considerada uno de los feminicidios más brutales en la historia. El 8 de octubre , Lucía Pérez, una niña argentina de 16 años, fue drogada, violada, empalada y asesinada en la ciudad costera de Mar del Plata. Sus asesinos lavaron su cuerpo y le cambiaron la ropa para dejarlo en un centro de salud donde dijeron había perdido el conocimiento por una sobredosis.
De acuerdo con una hipótesis de la fiscal, María Isabel Sánchez, Lucía contactó con los hombres por una amiga que quería comprar marihuana. El día del crimen salió de su casa y se dirigió a la casa de uno de ellos, donde ingirió grandes cantidades de marihuana y cocaína. Pérez fue violada en múltiples ocasiones vaginal y analmente, no únicamente con el pene, también con otros objetos que pudieron ser un palo.
La trágica muerte de Lucía, quien cursaba el último grado de secundaria, es considerada uno de los feminicidios más brutales registrados en Argentina.
Matías Farías, de 23 años y Juan Pablo Offidani, de 41 , son señalados como responsables de la violación y homicidio de Lucía. En las últimas horas, la policía argentina ha logrado detener a un tercer sospechoso, Alberto Masiel, de 61 años, detenido aproximadamente a medianoche en el hotel Central Park, en los alrededores de Mar del Plata. El anciano es acusado de haber encubierto el crimen.
“Por todas las mujeres que faltan, por las asesinadas y desaparecidas, contra la violencia y el terrorismo machista, contra la impunidad, contra el encubrimiento, contra la inacción y complicidad estatal y policial”, advierte uno de los textos de la convocatoria al paro.
Qué vamos a hacer con los feminicidas, señor presidente; señora procuradora; señor Miguel Ángel Osorio Chong. Algo tenemos que hacer. No podemos, los periodistas, continuar ad infinitum informando de inhumanos asesinatos de niñas y adolescentes. Esto es muy grave. Indica que estamos enfermos, desde el presidente de la república, pasando por las autoridades que operan la procuración de justicia y los jueces, entre quienes hay un alto grado de corrupción.
