La diputada Karina Barón Ortiz, secretaria de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego, aseguró que José Eduardo Calzada Rovirosa, titular de la Sagarpa, dejó muchas dudas en su comparecencia y no respondió si defenderá a los campesinos y campesinas o, en congruencia con su carrera política, favorecerá a los grandes empresarios del campo.
Lamentó que el funcionario haya evadido preguntas importantes como, por ejemplo, por qué el presidente Enrique Peña Nieto ha incumplido su promesa de 2014 de impulsar una reforma para el campo y de considerar las propuestas del foro que para tal propósito se hizo.
“Pero no solo eso –siguió-: Calzada no respondió por qué han faltado con su adeudo con el sur-sureste, ni explicó por qué están eliminando el Programa Promete, el de las mujeres, su falta con los cafetaleros, además de que no dejó muy claro qué va a pasar con el Programa de Concurrencia”.
Con todo esto -destacó la diputada oaxaqueña-, “los compromisos incumplidos han dejado a este gobierno como mentiroso”.
Las y los diputados que estuvieron presentes y participaron durante la comparecencia del Secretario de la Sagarpa lamentaron que el funcionario no explicara qué es lo que va a hacer frente a la propuesta del recorte presupuestal de la Secretaría de Hacienda, lo que deja la inversión para el campo muy por debajo de lo que se requiere.
Advirtieron que si bien el Legislativo tiene la potestad de aprobar el presupuesto, al final, como ocurrió con el PEF-2016, a la mera hora el Ejecutivo lo recorta y al final lo deja igual, como ellos quieren.
El diputado Felipe Reyes lamentó que mientras el Plan Nacional de Desarrollo, reconoce que “el campo es un sector estratégico debido a su potencial para reducir la pobreza e incidir sobre el desarrollo regional”, preguntó, ¿por qué se le recorta 22 mil 700 millones de pesos?
El legislador oaxaqueño señaló que tan solo este año, en materia de agricultura para este año, la Secretaria de Hacienda hizo recortes por 7 mil 205 millones de pesos, de 84 mil 827 millones de pesos que habían sido aprobados, además que habrá que sumar que cada año el país gasta 13 mil millones de dólares en importar alimentos por falta de apoyos al agro.
En tal sentido dijo que es necesario dejar a un lado los discursos y, en los hechos, generar sinergias en lugar de perjudicarlo con recortes presupuestales que podrían ser peligrosas para la tranquilidad social en el país.
“El campo –puntualizó- debe ser un instrumento para reducir la pobreza. Sin embargo tenemos 53 millones de mexicanos en penuria y, lo que es peor, 18 millones viven en pobreza alimentaria y un alto porcentaje de éstos se encuentra en el sector del campo.
Carlos Hernández Mirón demandó mecanismos eficientes en tiempo y forma para que se puedan bajar los apoyos directamente a quienes más los necesitan, es decir, los campesinos, que no se les reconocen rango alguno como sí a las grandes empresas que son verdaderamente las beneficiadas.
Por ello dijo que es primordial que la Sagarpa garantice un acceso rápido y efectivo de los productores rurales a los apoyos a los que tienen derecho, particularmente los jóvenes que se verán perjudicados con los más de 22 mil millones de pesos de recorte.
Héctor Peralta Grappín de Tabasco dijo que no es entendible que, si el gobierno tiene 500 mil millones de pesos más de lo que habían presupuestado, ¿por qué le recortan al campo y a otros proyectos de inversión?, y peor es el hecho que el secretario no detalle qué va a hacer para defender el presupuesto para el campo y los campesinos
Finalmente, el diputado michoacano Fidel Calderón Torreblanca lamentó que el modelo económico que debería asegurar un abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos no haya generado tales condiciones, ya que existen 18 millones de mexicanos en vulnerabilidad alimentaria y todo indica que la meta sectorial de reducir la dependencia alimentaria de 32 al 25% de importaciones no se cumplirá en el sexenio.
“En tal sentido –terminó-, es necesario que hagamos esfuerzos conjuntos para defender el presupuesto del sector y mejorar permanentemente la calidad de su gasto. La soberanía alimentaria debe ser prioritaria para todo Estado o nación. De la misma forma que para un jefe o jefa de familia es prioridad garantizar los alimentos en su hogar”.
