Igual de incapaz fue Luis Videgaray. Nunca han podido manejar la economía en tiempos de crisis. Como el amor en tiempos del cólera.
Ahora sí que se atontan por no decir una palabrota, que se la merecen. La economía nacional se la está llevando el carajo y más la economía real, la de millones medianos, pequeños, micro y trabajadores porque el señor Meade y sus “economistas” no tienen ni idea.
Y eso no es nuevo. Los gobiernos mexicanos, de tres décadas para acá aproximadamente han servido para maldita sea la cosa. Sólo para auto enriquecerse con el Erario y por medio de negocios convenidos en los estercoleros de esta historia de mustios, corruptos e impunes.
Díganme que exagero. Díganme que son antisistémico. Pues si lo soy cuando veo que los señores que se autonombran dueños de la nación no tienen ni la más remota idea de cómo se maneja la economía.
Por qué nuestras desgracias no les ocurren a los nórdicos, porque no les pasan a los de los países industrializados. No porque sean ricos. No les pasan porque saben manejar las leyes económicas y no se sientan en su escritorio a idear cómo robar.
Por qué los industrializados no tienen problemas y ellos son los que causan las volatilidades de los mercados internacionales, precisamente como mecanismos para obtener ganancias. Pero siempre que los gobernantes mexicanos no pueden sacar al ahogado del pozo acuden al Fondo Monetario Internacional. Y les vale el pueblo. Tienen que cumplir con un recetario fondomonetarista intransigente, salvaje, injusto para las mayorías, bajos salarios principalmente, cero prestaciones, no vacaciones pagadas etc. No así para los ricardos ni para la clase política. Ellos no tienen problemas económicos. Tienen el helicóptero en el patio de la casa.
Y eso que lo que les da el Fondo no es préstamo, no es crédito. Es una línea. Es a lo que tiene derecho México por ser socio de la institución. No tendría derecho si como los gringos no pagara sus cuotas.
Pero no pueden los señores con la ciencia económica. Es brujería que no saben cómo manejar. Y eso que estudiaron en importantes universidades capitalistas y de sectas católicas.
Ahora salen, como no pueden, no saben cómo sacar del estancamiento a la economía, con que van a usar los recursos del Fondo Monetario. No es financiamiento, es una línea de crédito, que generalmente no se usa pero que obliga al gobierno a cumplir con los sanguinarios requisitos que impone el FMI para sanear una economía. Es una línea por 88 mil millones de dólares, un chingo de billetes. Pero como no son ellos los que la van a pagar pues la contratan y que el pueblo se joda.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) siempre ofrece apoyos, y está obligado porque países como México son sus socios capitalistas, y la verdad es que la tal línea no da ventajas al país. Da ventajas al señor Meade, al señor Peña, pero como no saben economía dudo de que inclusive con el apoyo del Fondo el país salga a flote. Por lo menos de aquí a la toma de posesión del sucesor del atracomulqunse.
Claro que el FMI debe de tener confianza en el gobierno de Peña. Si son socios. Y Peña hace lo que le ordena Cristina Lagarde. Y el metiche de José Ángel Gurría Treviño, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), avalando. Qué tiene que avalar si sólo es un empleadillo muy bien pagado de los miembros de esa organización. No tiene ningún poder ejecutivo.
El problema es que nuevamente estamos a merced de los salvajes economicistas pastoreados por la francesa.
