Ya lo verán.
La apreciación del peso frente al dólar, ocurrida entre la noche del martes y este miércoles, es flor de un día.
Es fruto del optimismo que causó entre los corredores de bolsa de los mercados estadounidenses, principalmente Wall Street.
Ellos llevan la batuta, Ellos son el mercado, como aquel Luis XIV (L’État, c’est moI) de Francia.
Pero no me merecen ninguna confianza porque analizan las finanzas con criterios absolutamente mercantilistas, al estilo de las escuelas inspiradas por el catecismo del francés Michel Camdessus, creador de la que él llamó Revolución Silenciosa en la economía mundial, para fortalecer el neoliberalismo en las finanzas y la economía en general, que sólo tomaron en serio gobiernos como los de México porque ya ni en Chile se lleva a la práctica, no porque el gobierno sea de inspiración socialista, sino porque no sirve para nada.
Ya no la vétera Inglaterra ni ningún país europeo se hace ilusiones con el capitalismo salvaje, ni en Estados Unidos, la cuna del capitalismo moderno, inspirado por el sacerdote Juan Calvino, un preclaro reformador de los abusos y costumbres de la iglesia católica romana.
Recuerdo que cuando existía la Unión Soviética los economistas creadores de la economía planificada eran los más serios seguidores de las políticas del Fondo Monetario Internacional en materia de manejo de las finanzas, aunque no en lo que se refiere a la economía que privilegia a los trabajadores. Entonces los dictados del Fondo eran salvajes, pero no asesinos como lo son ahora. Así que no se ilusionen, amigos (el señor Meade se ha mostrado muy cauteloso y lo felicito aunque no esté de acuerdo con la política que el gobierno mexicano aplica para mantener a raya a los trabajadores y mantenerlos en la clase de los siervos, los criados, los sirvientes.
En cuanto pase el entusiasmo por los debates, las aguas entrarán en madre y el cuento seguirá. El dólar continuará apreciándose a costa de su más importante “socio”, en el sur, el gobierno neoliberal encargado de la política mexicana, que en lugar de servir gobierna, en lugar de ser empleado es patrón.
La Comisión de Cambios, integrada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico), va a actuar según los fundamentales del mercado (¿¿?) y no por eventos de eventos del día, lo dijo Meade Kuribreña y es que no nos hagamos, no actúa nadie porque los gobernantes mexicanos no son los que controlan el mercado cambiario y no porque no puedan, sino porque están obligados a seguir las reglas que les dictan los economistas del norte, del FMI y el Departamento del Tesoro.
Pero le asiste toda la razón, de todos modos, a Meade cuando afirma: “Estamos pendientes y creo que aquí valga la pena que no nos perdamos en la coyuntura de corto plazo; los mercados se habrán de mover a diario. Es un día importante desde el punto de vista de cómo se sienta la elección, pero faltan 44 días y tres debates, y vale la pena que en este periodo, si bien estamos pendientes y vigilantes, no nos dejemos perder por el minuto a minuto”, dijo.
A la pregunta de si son necesarias medidas adicionales para enfrentar la volatilidad del tipo de cambio que se acentúa conforme avanza el proceso electoral para ocupar la Casa Blanca, el responsable de la política cambiaria en el país apuntó que las autoridades lo que tienen a la mano es un paquete económico que da certidumbre creando expectativas de mediano y largo plazos. A ver, a ver, José Antonio. Tu paquete económico 2017 no da certidumbre a nadie. Recortas a diestra y siniestra. Tan sólo al sector salud le estás quitando 23,000.000,000 de pesos y en un país pobre, hambriento, enfermo. No se vale. Eso es neoliberalismo puro, capitalismo mierda, salvaje.
Y esa política no va a ayudar a enfrentar la volatilidad de los mercados, que sí está controlada, no por ti, sino por lo economistas de Obama, de Hillary y del fascista Trump. Y el peso seguirá devaluándose. Ojalá me equivoque, estimado secretario.