En un punto de acuerdo presentado por la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Elizabeth Mateos Hernández, se establece que dicho instrumento debe estar conformado a partir de la información recabada por las 16 delegaciones, con el fin de apoyar la toma de decisiones que eviten desastres e impactos socioeconómicos ante eventos naturales, pero sobre todo para garantizar la protección y la seguridad de las y los capitalinos.
La propuesta aprobada precisa que la Ley de Protección Civil local dispone que cada delegación elaborará y actualizará su Atlas de Riesgos, los cuales a su vez integrarán el Atlas de Riesgos de la Ciudad de México; y que, a pesar de que éste se considera una herramienta operativa en la materia, en el sitio oficial de la Secretaría de Protección Civil capitalina no se encuentra reflejado.
“El Atlas de Riesgos es un instrumento de consulta y gestión oportuna que contribuye en la toma de decisiones ante desastres naturales u otros generados por la propia actividad humana. Su implementación ayuda a poner en práctica una política pública transversal en materia de protección civil, pues brinda un sistema de monitoreo y localización de infraestructura para atender emergencias”, expuso la también vocera del grupo parlamentario del PRD.
Mateos Hernández refirió que el gobierno federal se encuentra enfrascado en la conformación del Atlas Nacional de Riesgos y que hasta hoy ninguna de las 32 entidades del país tiene un atlas local actualizado.
La presidenta la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la ALDF recordó que la Ciudad de México ha sufrido diversos sucesos sismológicos, entre ellos el terremoto del 19 de septiembre de 1985, el más fuerte y devastador de su historia.
“Ante la carencia generalizada en el país de una cultura de la protección civil, protocolos de acción y recursos de toda índole ante grandes catástrofes, lo que se vivió tras aquel sismo, fue caos, y sólo pudo enfrentarse con la auto-organización de la sociedad, en el rescate y asistencia a las víctimas y damnificados”, apuntó.
Elizabeth Mateos mencionó que uno de los fenómenos que padece constantemente la ciudad son las inundaciones, provocadas por los malos hábitos de la población, como arrojar basura en las calles, y el inadecuado manejo de los residuos sólidos, que hacen de las lluvias un riesgo latente, pues 50% de las inundaciones son originadas por el taponamiento de las coladeras.
De igual forma, finalizó, los incendios que se dan tanto en el suelo de conservación como en las áreas verdes urbanas, generan contaminación ambiental, pérdida de especies vegetales y animales, erosión del suelo, daños a la salud e inclusive pérdida de vidas humanas.
