Enfatizó que la nociva compra del voto que se desarrolló por partida doble en este año; la primera durante la reciente elección de integrantes de Comités Vecinales y la segunda; durante la jornada para elegir Constituyentes, deja a la vista la posibilidad de que los presupuestos asignados a programas sociales se hayan destinado para fines electivos.
Es curioso, dijo, que dos meses antes de las jornadas electorales se contrataran cuadrillas de personal para atender programas de salud, de seguridad pública, atención a personas de la tercera edad, madres solteras y madres jefas de familia entre otros programas delegacionales, y que esta misma gente repartiera consumibles electorales una semana antes en todas las demarcaciones gobernadas por el Partido de la Revolución Democrática.
En ese sentido afirmó que se complica exigir mayor recurso Federal para el ejercicio Fiscal 2017 destinado a mejorar los servicios de la Ciudad de México, si la mayor parte de ellos tendría fines electorales.
Ángeles Valencia responsabilizó a Miguel Ángel Mancera de los recortes al Fondo de Capitalidad. Expresó que el uso electoral que le ha dado a los recursos públicos sugiere que la Ciudad no necesita más presupuesto y por el contrario, las delegaciones necesitan dinero fresco para atender las demandas urbanas, sociales, de movilidad, seguridad, salud, educación, agua, drenaje y vivienda.
Ejemplificó que los 200 millones de pesos destinados para el Instituto de Vivienda del Distrito Federal (INVI) y los 50 millones para el Fondo Rural, aún no los han recibido estos organismos porque están bajo custodia de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en poder del presidente y secretario de la Comisión de Gobierno.
En este y otros desvíos presupuestales Mancera Espinosa debe explicar a los capitalinos porque los presupuestos asignados y autorizados por la ALDF vayan aparar a otras instancias que no corresponden, subrayó.
El gobierno capitalino por su parte debe explicar en qué va a destinar 30 mil millones de pesos de excedente generado en los dos últimos años de administración o si ya los destinó que presente de manera transparente un informe pormenorizado a toda la ciudadanía.
Destacó que durante su IV Informe de Gobierno Mancera Espinosa manifestó más interés por quedar bien con la clase política capitalina y Federal presentes en el recinto de Donceles y Allende, que con la gente y organizaciones sociales de la Ciudad de México.
Los posicionamientos de los grupos parlamentarios aliancistas de la ALDF colocaron al Jefe de Gobierno entre cojines de algodón sin cuestionar la verdad histórica de fallas y errores consecutivos desde el primer año de gobierno como limitar marchas y manifestaciones públicas en contra de los malos gobiernos, Federal, local y delegacionales.
En tanto, argumentó que crece la inseguridad pública en las 16 delegaciones, talón de Aquiles de esta administración y sostuvo que pone más atención y brinda facilidades para la venta de espacios públicos a la iniciativa privada con el cambio de uso de suelo beneficiando a desarrolladores inmobiliarios fundamentalmente.
Hizo notar que la contaminación ambiental avanza gravemente sin que haya una solución viable donde los más poderosos violan las leyes ecológicas, lo mismo empresas industriales que flotilla de transporte público y federal que contaminan aire, suelos, subsuelo, drenajes y cárcamos de agua potable.
Sostuvo que lo peor de este gobierno es permitir la tala inmoderada de árboles en las delegaciones de Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo, Magdalena Contreras, Coyoacán, Gustavo A. Madero y Milpa Alta.
Sustentó que los posicionamientos de los grupos parlamentarios aliancistas de la ALDF, respecto al IV Informe de Gobierno, colocaron a Mancera Espinosa entre cojines de algodón sin confrontar la verdad histórica respecto a los daños patrimoniales que han impactado a la capital del país.
