A su vez, Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional (SSN), organismo bajo la responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México, aclaró que en esa instancia se dedican a la detección y no al alertamiento temprano. En ese sentido, los mecanismos empleados están calibrados para informar automáticamente de eventos con magnitudes mayores de cuatro, pero los analistas cuentan con herramientas para determinar magnitudes debajo de dos o de 1.5, si estos eventos ocurren cerca de una de sus 109 estaciones remotas.
“En México se dan 38 sismos por día, en promedio. Esta cifra ha aumentado no porque haya cambiado el patrón de estos fenómenos, sino porque hemos instalado año con año más estaciones y al hacerlo tenemos mejor capacidad de detección. No obstante, si se registra un enjambre sísmico (muchos temblores en poco tiempo) el número se disparará”.
En términos de monitoreo, el SSN está preparado para detectar un evento grande en cualquier punto del territorio nacional. “Hemos trabajado en un respaldo o dobles proveedores de información para mantener la cobertura todo el tiempo. También trabajamos en los sistemas para tener una redundancia que nos evite cualquier falla”.
En términos de infraestructura, abundó, podemos pensar que estamos preparados si se han seguido las especificaciones del reglamento de construcción.
Al respecto, Jesús Antonio Pérez Santana, integrante del área de Sistemas y Telecomunicaciones, aseguró que las nuevas instalaciones del SSN han registrado avances en cuanto a las capacidades del Servicio, tanto internas como externas.
A nivel externo, detalló, hoy tenemos una doble redundancia en la salida de Internet, lo cual nos permite tener una vía alterna que nos posibilitará mantenernos siempre operacionales. Asimismo, contamos con una planta de energía eléctrica de emergencia con características antisísmicas que nos permitirán continuar con nuestro trabajo aún en caso de que un sismo mayor nos dejara sin el suministro tradicional, resaltó en el acto celebrado en las instalaciones del Centro de Monitoreo del SSN.
También, abundó, las estructuras de redes mejoraron sustantivamente su capacidad. “Hay nuevos sistemas de wifi y la infraestructura del video Wall es crucial para ofrecer a los alumnos una manera más cómoda de entender cómo se realiza el monitoreo de la actividad sísmica en el país”.
Los académicos universitarios coincidieron al afirmar que debemos estar preparados para un sismo y la mejor forma de hacerlo es seguir las indicaciones de las autoridades de Protección Civil y construir viviendas y edificios más resistentes a movimientos telúricos potencialmente destructivos.
“Desde 1985 hemos aprendido mucho, no sólo tecnológicamente sino socialmente. Estamos más capacitados que hace 31 años. Se generó el Sistema Nacional de Protección Civil y hay coordinación entre las distintas entidades involucradas en caso de uno de estos eventos. En suma, el SSN es diferente porque en esos años no contaba con la tecnología ni con el respaldo tecnológico actuales”, concluyeron.
El SSN
El SSN fue fundado hace 106 años, el 5 de septiembre de 1910; desde 1929 está bajo la responsabilidad de la UNAM, y a partir de 1949 el IGf se encarga de su operación y mantenimiento.
Su misión es contar con datos de calidad para informar a las autoridades y al público de cualquier movimiento de tierra en el país; además de generar información para útil para investigaciones en este ámbito a nivel nacional e internacional.
Para ello, cuenta con 109 estaciones remotas a lo largo de nuestro territorio y comparte información con otras entidades del país para mejorar la detección de sismos en México.