Salas Díaz expresó que el robo de ganado acumula pérdidas millonarias para los productores del campo y debido al éxito de los delincuentes se ha vuelto una práctica común en diversas regiones del país, ya que siempre queda impune.
De acuerdo con organizaciones ganaderas, el abigeato ha repuntado en los últimos años, siendo caballos, vacas, becerros y borregos los principales animales hurtados, con las consecuentes pérdidas millonarias para los ganaderos.
Un toro, por ejemplo, llega a costar entre 15 mil y 30 mil pesos; una vaca, entre 10 mil y 12 mil; una vaca lechera se vende hasta en 25 mil pesos; un caballo entre 15 mil y 30 mil, y un becerro cuesta entre 10 y 20 mil pesos.
Por ello, planteó modificar el Código Penal Federal y la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, para señalar los casos en los que se cometerá el delito de abigeato por sí mismos o por interpósita persona; determinar las acciones consideradas como abigeato calificado y enlistar las clases de ganado; señalar las sanciones correspondientes para quien cometa dicho ilícito, e incluir el abigeato como delito de delincuencia organizada cuando lo realicen tres o más personas.
Además, es necesaria una adecuación en las legislaciones de las entidades federativas debido a que solo en 27 se tipifica el delito de abigeato; tres no utilizan el término y dos no sancionan su quebrantamiento bajo término alguno.
“Es práctica común que al ser considerado el abigeato como un delito no grave, los delincuentes salen pagando fianzas muy raquíticas e incluso por debajo del valor del ganado robado, lo que se traduce en atractivas ganancias para quienes cometen este ilícito”, denunció.
Actualmente, el artículo 381 Bis del Código Penal Federal denota una ambigüedad en los términos. No se utiliza el de abigeato, se menciona ganado mayor y ganado menor, sin definir qué tipo de especies entran en ambos casos y las sanciones no están bien definidas, por lo que se deja una amplia discrecionalidad de la imposición de dichas sanciones.
Se plantea un artículo 381 Ter, en donde se establezca con claridad las diferentes clases de ganado y no solamente la mera clasificación de mayor y menor, así como considerar el abigeato de acuerdo a ciertas características como un delito calificado.
También un artículo 381 Quáter, en donde se pide, dependiendo de su grado, penas más severas a este ilícito y que cuando sea cometida por un funcionario público, además de la pena de prisión, la inhabilitación para ocupar el puesto.
El legislador panista agregó que los altos índices de corrupción de las autoridades locales en muchas regiones ganaderas del país, han propiciado que los dueños del ganado ya no presenten denuncias, en buena medida por el grado de impunidad, corrupción y debilidad de las leyes en las entidades federativas.
Gerardo Salas consideró importante -en la iniciativa turnada a la Comisión de Justicia- dar pasos firmes y contundentes para erradicar este delito, pues “va desde los robos solitarios hasta la práctica cotidiana empleada por el crimen organizado”.