Así lo estableció Rodrigo Vieyra Abundes, director general adjunto de la Unidad de Programas de Apoyo a la Infraestructura y Servicios (UPAIS) de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), al encabezar el Evento de Participación Comunitaria del Programa de Infraestructura 2016, celebrado en Monterrey, Nuevo León.
Este evento, que forma parte del Programa para un Gobierno Cercano y Moderno del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, tiene como objetivo empoderar a los vecinos de la localidad para que, a través de observaciones y sugerencias, participen en la distribución de los recursos públicos, al sugerir obras que realmente sean en beneficio para la población.
El acto tuvo lugar en el Macrocentro Comunitario Cultural y Deportivo “San Bernabé” que representa uno de los más importantes casos de éxito de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, en lo que se refiere a rescate de espacios para beneficio de la población.
Ubicado originalmente en un tiradero de basura, gracias a una inversión total de 82 millones de pesos —52.9 millones del Gobierno federal y 29.19 millones del gobierno del estado de Nuevo León— el 8 de octubre de 2014 abrió sus puertas este espacio que comprende 6 mil 425 metros cuadrados y un total de 15 edificios.
Todos los días, el Centro “San Bernabé” atiende a mil 200 personas de todas las edades quienes, de manera gratuita, reciben consultas médicas, terapias de rehabilitación o toman diversos talleres culturales, artísticos, culinarios y deportivos. Incluso, gracias a los convenios con diversas instituciones, funciona la Universidad Ciudadana donde 364 alumnos cursan estudios de preparatoria, seis licenciaturas y cinco maestrías.
No obstante, a pesar de los alcances del recinto en casi dos años de operación, las autoridades desarrollan estos ejercicios de consulta a fin de conocer las inquietudes y las necesidades de los vecinos, para identificar en qué áreas deben aplicarse los recursos públicos.
“Queremos escucharlos y necesitamos conocer su opinión. Es nuestra tarea empoderar a la ciudadanía lo que implica informar, compartir y trabajar en equipo, comunidad y gobierno, fomentando la equidad de género, la prevención de la violencia y la inclusión de personas con capacidad”, insistió el director general adjunto de la UPAIS.
En el evento también se compartieron los testimonios de mujeres beneficiadas por el centro y que, gracias a sus capacitaciones, en unos pocos meses han conseguido instalar sus propios talleres e incluso conformar microempresas que ya exportan sus productos a los Estados Unidos.
Ese fue el caso de la señora Rosa Nelly Rodríguez Hernández, del municipio de Monterrey, quien llegó el Centro sin conocimientos de ningún oficio pero que, gracias al taller de serigrafía ha abierto su propio negocio para contribuir al ingreso familiar.
“Gracias a eso he podido incrementar mis ingresos y he podido salir adelante. Gracias al Centro hay personas que han logrado superar depresiones y, desde las 5:00 de la tarde, el lugar se llena de muchachos que antes estaban en la calle; es una muy buena idea de las autoridades abrir estos centro comunitarios”, señaló.
Ese también fue el caso de Angélica Vargas, quien tomó el taller de elaboración de piñatas y ahora, en la temporada decembrina, produce hasta 500 piezas, algunas de las cuales se exportan a Dallas y San Antonio, Texas.
“Mientras yo estoy tomando mi capacitación, mis hijos están tomando una actividad recreativa o deportiva y todos estamos aprendiendo algo nuevo”, sostuvo.
Al término del evento, a las casi 100 personas asistentes se les aplicó una encuesta para conocer sus necesidades y que sugieran el uso que deben tener los recursos públicos. La mayoría se inclinó por abrir más centros comunitarios para reducir los tiempos de traslado, así como recibir capital y asistencia técnica para que esos pequeños talleres se conviertan en empresas formales.