En el Punto de Acuerdo que presentó ante la Diputación Permanente, que fue aprobado, afirmó la legisladora que la política preventiva es parte sustancial del combate contra el crimen, por lo que es necesario dar impulso a programas y acciones integrales, interinstitucionales y multidisciplinarias, a fin de evitar que haya más personas, principalmente jóvenes, “a que sean tentados por las garras de la delincuencia, que sufran violación a su integridad o su patrimonio”.
La también Presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte precisó que la prevención del delito encierra dos aspectos importantes: el primero es prevenir que las personas realicen conductas delictivas o ilícitas; y la segunda, es evitar que las personas sean sujetas o víctimas de algún delito.
Por lo tanto, agregó, que la estrategia inteligente respecto de la política criminal a aplicarse es difundir y orientar todas las acciones coordinadas entre los diferentes sectores de la sociedad, con la finalidad de reducir los índices delictivos en la demarcación y, crear una cultura de prevención del delito.
Destacó que es muy importante hacer énfasis en la política social, misma que debe ser utilizada para eliminar los problemas que pueda llevar, principalmente a las personas jóvenes a delinquir, ya que un elemento básico para el ejercicio de un buen gobierno, es la coordinación.
Dijo que “debemos apostar en diseñar engranajes sólidos para la aplicación de acciones, principalmente respecto de la instrumentación de políticas públicas en materia criminal”.
Afirmó que la colaboración de todos los sectores, sin duda abona adiseñar, instrumentar y ejecutar de forma mucho más adecuadas, programas de prevención del delito, que atiendan a las conductas antisociales y parasociales de mayor incidencia en la demarcación.
Sostuvo que la Ciudad de México no se encuentra, ni por mucho, con los niveles de violencia que azoran al interior del país, “ello gracias a la política de corte social emprendida por los gobiernos de izquierda electos democráticamente”.
Precisó que no “queremos un aumento desmesurado de los índices de delincuencia y mucho menos que, a la sociedad le invada un sentimiento de inseguridad progresivo; recordemos que según todo tipo de encuestas que se han aplicado, la inseguridad es el principal elemento de preocupación de las personas, y por ende, debe de ser nuestro principal labor como legisladoras y legisladores, eso sí, resolvamos este flagelo de manera integral, no criminalizando, alejándonos de la tentación relacionada con el populismo punitivo y con estricto apego y respeto a los derechos humanos”.