La legisladora pidió también a la titular de la Sedema realizar el monitoreo de contaminantes y su evolución, a partir de la comercialización de los combustibles de importación en la capital del país.
En un punto de acuerdo aprobado por la Diputación Permanente, la diputada del GPMORENA pidió que los resultados de esos monitoreos se entreguen mensualmente a la Asamblea Legislativa para que se conozca la evolución de la emisión de contaminantes y sus efectos en el medio ambiente de la Ciudad de México.
Alavez Ruiz exhortó también a la Comisión Reguladora de Energía a privilegiar la salud de los mexicanos y elevar los requerimientos en la calidad de combustibles como las gasolinas, diesel, turbosina, combustóleo y Gas Licuado de Petróleo, entre otros, en la conformación de la norma oficial mexicana NOM-016-CRE-2016, así como no ceder a las presiones de productores e importadores que soliciten laxitud en la citada disposición.
Ello, detalló, para evitar la entrada al país de gasolinas “patito” que además de graves daños al medio ambiente de la Ciudad de México, dañe la vida útil de los automotores. “Entre más estricta sea la norma –dijo–, podremos combatir los altos índices de contaminación que hemos enfrentado los capitalinos”.
Afirmó que tratándose de la salud no se puede ceder ni un ápice, por lo que insistirán en que la Secretaría del Medio Ambiente local entregue a la Comisión Reguladora de Energía sus observaciones sobre la materia, que den como resultado una norma estricta que contribuya a combatir los índices de contaminación que padecemos en esta ciudad.
Tras acusar al gobierno federal de tramposo por engañar a los mexicanos sobre los supuestos “beneficios” de la reforma energética, que entre otras cosas prometía la disminución de los precios de las gasolinas y de la electricidad, dijo que es urgente que la población conozca la calidad de los combustibles que se están importando y sus efectos al medio ambiente.
Por otra parte, cuestionó el retraso de la Comisión Reguladora de Energía para sustituir en definitiva la norma emergente que opera desde octubre de 2015, ya que la misma comisión se otorgó seis meses de prórroga para establecer la norma definitiva
Esta acción, agregó, despierta suspicacias, porque de acuerdo con publicaciones en medios de comunicación nacionales, los permisionarios de importación de combustibles y los productores están presionando a la Comisión Reguladora para que disminuya los estándares de calidad.
Recordó que ese organismo público reconoce que el diesel, la gasolina y el gas licuado de petróleo impactan de manera negativa en la calidad del aire y, por ende, en la salud de las personas. Por ello, resulta necesario regular la calidad de estos combustibles y establecer valores límite acordes con la situación orográfica de cada región.