Se trata –dijo- no sólo de una traición al programa y declaraciones electorales de esos partidos -que sería lo de menos-, sino de una traición a la ciudadanía en general, incluida la que votó por ellos, pues repetidamente la afectan con decisiones lesivas a la economía familiar mientras al mismo tiempo aumentan su recaudación de impuestos para derrocharla en gasto innecesario.
La promesa de que bajarían los energéticos como resultado de la reforma energética no se ha cumplido ni se cumplirá porque ahora ya hasta le descubren beneficios a su encarecimiento, como el de combatir la contaminación.
Precisó que el gobierno federal incrementó en términos reales –es decir, ya considerando la inflación- sus ingresos presupuestarios en 14.1 por ciento en el periodo enero a mayo de 2016 gracias a la mayor extracción de impuestos a los contribuyentes, con lo cual mantienen gasto innecesario a pesar del desplome de ingresos petroleros en 36 por ciento.
Específicamente la recaudación por Impuesto Sobre la Renta (ISR) creció 11.3 por ciento; por Impuesto al Valor Agregado, 5.2, y por Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS) creció 11 por ciento, aunque en el caso específico de IEPS a gasolinas y diesel lo hizo en 17.6 por ciento.
Esto significa -dijo Saldaña- que la extracción de recursos a los consumidores de diesel y gasolina a través de este gravamen creció de 94 mil millones de pesos en el mismo periodo de 2015 a más de 116 mil millones de pesos en 2016 y significa que, con el nuevo aumento a la gasolina, el gobierno recaudará aun más.
De hecho, al primer semestre del año (enero-junio) el ingreso por IEPS a combustibles creció a 143 mil 614 millones de pesos, según información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicada hoy. “Tenemos así un gobierno cada vez más rico con un pueblo cada vez más pobre”, señaló.
Es decir, el gobierno y sus partidos aliados encarecen a los ciudadanos la electricidad y la gasolina sin que su calidad mejore, sino al contrario, tal como el PRD lo ha denunciado reiteradamente.
Y mientras el gobierno recauda más y aumenta sus ingresos, al mismo tiempo castiga la inversión física en casi 20 por ciento, lo que significa que los recursos adicionales no los está destinando a las obras y servicios que requiere la población, sino al despilfarro o, en todo caso, al pago de deuda.
Al respecto, recordó que los ingresos presupuestarios aumentaron 14.1 por ciento real en el periodo enero-mayo al pasar de un billón 719 mil 700 millones de pesos a dos billones 13 mil 787 millones de pesos, de los cuales más de 101 mil millones de pesos se destinaron a pago de deuda, 17 mil 398 millones más que en similar periodo del año previo.
El también secretario de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados destacó que, según la misma SHCP, el gasto público aumentó en términos nominales cuando pasó de un billón 902 mil 770 millones de pesos a un billón 954 mil 689 millones, lo cual significó una disminución de apenas 0.1 por ciento en términos reales.
Durante el periodo enero-mayo de 2016 respecto al de 2015 la inversión física pasó de 334 mil 286 millones de pesos a 278 mil 478 millones de pesos, es decir, 18.8 por ciento menos, en tanto el gasto corriente únicamente disminuyó 3.5 por ciento al pasar de 589 mil 690 millones de pesos a 583 mil 872 millones.
Y mientras el gobierno aumenta sus ingresos, disminuye la inversión en las obras que necesita el país –lo que significa menos empleos- y mantiene prácticamente inalterable su derroche, al mismo tiempo mantiene castigado el salario mínimo.
“Algún día, poco antes de las elecciones, con seguridad incrementarán el salario mínimo en un vano intento por engañar a la ciudadanía de que trabajan por su bienestar, tal como encarecen hoy la gasolina para afirmar cínicamente que eso ayudará a disminuir su consumo y la contaminación”.
“Ya lo dijeron: en lo inmediato no aumentarán el mínimo. Tal vez antes de que acabe este año o a principios del otro sí lo hagan para tratar de granjearse a los votantes, en un nuevo acto de demagogia rumbo a las elecciones de 2017”, concluyó Saldaña.