México está llegando al cuarto año del sexenio de Peña Nieto con profundas debilidades e infortunios. En medio de la crisis de la educación, del estira y afloja entre el gobierno y los opositores a las formas y los contenidos de la reforma educativa, la economía real se debate entre la crisis, la inflación y el estancamiento del producto. Y los que sufren son los desempleados, los empleados mal pagados y los jubilados y pensionados que reciben un emolumento realmente miserable.
Pero el problema más grave para todos y especialmente para los pobres es el crecimiento alto y sostenido de los precios de la economía. La inflación, medida por los índices de precios al productor y al consumidor va a ser implacable en los cinco meses que le restan a 2016. Muchos millones de personas no podrán satisfacer sus necesidades básicas ni las de las personas que dependen de ellos y que no tienen ningún ingreso. Esto quiere decir que la cantidad de pobres se va a incrementar exponencialmente, aunque digan lo que digan el INEGI y el Coneval, que ambas instituciones la miden de acuerdo con criterios fondomonetaristas o cepalinos que de todos modos son irreales,
De acuerdo con reportes de prensa, por primera vez, instituciones bancarias privadas subieron la expectativa de mediano plazo para la inflación. De acuerdo con la encuesta quincenal de Banamex, según nota del periódico mexicano El Universal, la media de pronósticos subió a 3.32% para la inflación promedio anual del periodo 2018-2022, luego de mantenerse en 3.30% desde que el banco preguntaba por dicho lapso, a principios de este año.
El sondeo fue aplicado a 22 instituciones y destaca la proyección de 3.82% de Scotiabank, que anticipaba 3.75% a inicios de año, y desde ese entonces es el participante más conservador. Le sigue Vector con un pronóstico de 3.70% y Banamex con 3.60%. En cambio, Banorte, J.P. Morgan e Itaú coinciden en que la inflación promediará 3% durante el periodo 2018-2022, lo que implica la previsión más optimista del consenso.
Todos los entrevistados estiman que la inflación promedio se mantenga entre 2% y 4% anual durante el periodo 2018-2022; es decir, dentro del rango objetivo del Banco de México (Banxico). La institución que dirige Agustín Carstens subió 50 puntos base la tasa de interés de referencia el 30 de junio, para situarla en 4.25%. Banxico argumentó la acción para buscar “evitar que la depreciación de la moneda nacional observada durante los últimos meses y los ajustes de algunos precios relativos, se traduzcan en un desanclaje de las expectativas de inflación en nuestro país”.
Así, Las expectativas de inflación provenientes de encuestas y las extraídas de cotizaciones de mercado, tanto para horizontes de corto como de mediano y largo plazos, continúan ancladas, Este miércoles, el dólar se cotizó en 18.94 pesos en ventanillas de Banamex, el precio más caro desde que se cotizaba en más de 19 unidades, el 7 de julio. “Hacia adelante, la Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazos, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor”, aseguró el banco central.
Según la encuesta de Banamex, se pronostica que Banxico suba 25 puntos base la tasa referencial en diciembre, para terminar el año en 4.50%, y se prevé culmine en 5% para 2017. Las instituciones anticipan que la inflación más monitoreada por el banco central, la llamada subyacente, sea mayor a 3% anual en la primera mitad de julio y de cumplirse significará la primera vez desde diciembre de 2014 que supera dicho nivel. La inflación subyacente excluye los bienes y servicios más volátiles; es decir, productos agropecuarios, energéticos y tarifas del gobierno, y de acuerdo con Banxico, es una clasificación de gran utilidad para tomar decisiones de política monetaria. Las instituciones consultadas esperan que la inflación general aumente 2.66% anual en la primera quincena de julio y, de materializarse, representará la más alta en cuatro meses. La proyección del precio del dólar al mayoreo subió de 18.4 a 18.5 pesos para finales de este año, lo que implica cotizaciones de 18.8 en ventanillas.
