En ello le acompañan el PRI y sus aliados, quienes –dijo el legislador- buscan exonerar de cualquier responsabilidad a la administración de Eruviel Ávila Villegas por el clima de violencia e inseguridad en el Estado y endosarle toda la culpa sólo a ciertas autoridades municipales.
La realidad es que la violencia feminicida contra las mujeres campea por toda la entidad, si bien es cierto que con particular gravedad en zonas urbanas, como la de Ecatepec.
En particular este municipio, pero en realidad todo el Estado de México –dijo Ortega- se ha convertido en el peor lugar del país para las mujeres debido a la violencia aterradora que ahí las acosa.
Con frecuencia los medios de comunicación dan cuenta de cadáveres abandonados en baldíos, basureros, avenidas sin iluminación y orillas de ríos y canales, como el de La Compañía y Bordo Xochiaca, pero hasta el momento su respuesta para contrarrestar la violencia de género ha sido lenta y errática a pesar de la “alerta de género” declarada en varios municipios.
Aunque la Procuraduría de Justicia mexiquense reconoce un aumento de 31.5 por ciento en los feminidicios, los medios de comunicación refieren, en cambio, que tan sólo en Ecatepec aumentaron en 300 por ciento en los primeros cuatro meses de 2016 respecto al igual periodo de 2015.
En cualquier caso, como se aprecia a través del reconocimiento de la propia autoridad ministerial –advirtió Ortega Álvarez-, es claro que el gobierno de la entidad falla en su responsabilidad a pesar de los compromisos asumidos con la población hace ya cerca de seis años, por lo que es la misma población la que actúa.
Por ejemplo, mujeres activistas y familiares de víctimas de feminicidio han convocado a diversas acciones para llamar la atención sobre esta problemática, como la colocación de cruces rosas en aquellos sitios preferidos por los asesinos para arrojar los cadáveres de sus víctimas, como el Bordo Xochiaca.
La respuesta de las autoridades ha sido el retiro de tales cruces, principalmente en Bordo Xochiaca –a la altura del municipio de Chimalhuacán-, lo que para Ortega Álvarez no sólo es muestra de insensibilidad, sino de falta de respeto y una agresión adicional hacia las mujeres y sus familias.
Más todavía –añadió- es un intento de las autoridades estatales de evadir su responsabilidad y en ese intento se confabulan el PRI y sus aliados, para quienes, a pesar de lo que revelan las cifras, el gobierno de Ávila “ha hecho mucho” para garantizar la seguridad de las mujeres.
“¿En qué realidad viven?: seguro no en el de las víctimas y sus familiares, quienes se ven obligados a ir ante la Suprema Corte de Justicia para ser escuchados porque su gobernador y su procuraduría de justicia los ignora”, denunció.
Ante ello, el líder del PRD en el Estado de México reiteró una propuesta de punto de acuerdo a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para exhortar al gobierno de la entidad abstenerse de retirar las cruces –que fueron re-colocadas por las activistas en mayo de este año-, aunque el PRI se empecine en limitar tal exhorto sólo a ciertas autoridades municipales.
Además, le demandó a la autoridad mexiquense atender sus responsabilidades en cuanto a seguridad pública en lugar de entretenerse en marrullerías electorales con miras a subsanar su pérdida de credibilidad en los comicios del próximo año.