Ante la evolución que toma el conflicto y sus impactos en grandes núcleos poblacionales, reiteró su convicción de que es imprescindible el diálogo para encontrar una solución consensuada al gran problema educativo y laboral por el que atraviesa el sistema de enseñanza-aprendizaje del país.
Insistió en que no será mediante la imposición de una “reforma educativa” que no tiene avances ni resultados reales, ni con la afectación a los derechos humanos y laborales de los trabajadores de la educación, ni con amenazas veladas de que “se acaba el tiempo”, como se logrará ese objetivo, tal como lo demuestra la realidad de 2012 a la fecha.
Valoró el que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión haya creado esta Comisión Especial sobre los hechos de Nochixtlán, pero agregó que, con su altura de miras y su propia representatividad nacional, el Congreso puede hacer mucho más en la búsqueda de una solución de mayor alcance y de mayor beneficio.
En tal sentido, recordó que la semana pasada propuso a diputados y senadores de la Comisión Permanente del Congreso la “Ley Para el Diálogo y la Construcción de Acuerdos Para la Educación”, a través de la cual se buscaría una nueva reforma educativa con perspectiva integral, no únicamente laboral, para elevar verdaderamente la calidad formativa de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Exhortó a la Comisión Permanente a darle curso a esta propuesta, pues tal como lo ha dicho el gobierno federal, está en sus manos reelaborar la “reforma educativa” causante de este conflicto social, lo que no sería en demérito suyo, sino al contrario.
Al mismo tiempo, pidió al gobierno federal no incurrir en la trampa de la represión ni en la estigmatización de los maestros inconformes, pues ello no contribuye a solucionar el conflicto, sino a agravarlo.
Desde que el gobierno propuso al Legislativo su “reforma educativa” actualmente en curso –recordó-, se le advirtió que contenía numerosos errores, omisiones, injusticias y fallos que no atendían el rezago educativo y que inevitablemente generarían descontento entre los trabajadores, y que aun así se empecinó en imponerla.
En consecuencia –agregó-, es suya la mayor responsabilidad por lo que ocurre en varios estados del país como consecuencia de ello y ahora no puede decir que se “acaba el tiempo” –como lo dijo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong- para obligar a que los inconformes cedan y se den por vencidos.
Apuntó que el gobierno tiene recursos y medios suficientes para mitigar y hasta revertir las afectaciones a la población por los cierres carreteros que realiza la CNTE –como lo ha hecho en estos días- por lo que eso no debe ser pretexto para desatar otra escalada de violencia y represión.
El también líder del PRD en el Estado de México confió en que durante la primera sesión de la Comisión para dar seguimiento a los hechos ocurridos en Nochixtlán haya un pronunciamiento sobre su propuesta de diálogo o que, en todo caso, la Comisión Permanente le dé el curso legislativo que corresponda a la brevedad si es que no se presenta algún otro mecanismo con el mismo ánimo.
De otro modo –advirtió-, el Congreso de la Unión no haría otra cosa que abonar a que “el tiempo se acaba” y a que el conflicto escale, lo que podría provocar más tragedias como la de Nochixtlán.