El proyecto, derivado del consorcio Centro Mexicano de Innovación en Energía Solar (CEMIE-Sol, liderado por el Instituto de Energías Renovables de esta casa de estudios), potencializa la aplicación del conocimiento científico alrededor de ese tipo de energía; a la vez, ayudará a crear tecnologías, productos y servicios para aprovechar que el nuestro es uno de los cinco países en el mundo con mayor potencial en la materia, explicó Mauro Valdés Barrón, del IGf y quien encabeza la Red.
Los resultados permitirán generar, entre otros aspectos, potencial solar térmico para la producción de electricidad; sistemas de calor de procesos industriales; investigación y desarrollo en materiales para el aprovechamiento de la energía solar y combustibles solares.
La Red Solarimétrica, expuso el investigador, evaluará ese recurso en la nación. Por lo complicado de esta labor, se regionalizó nuestro territorio a fin de determinar los mejores sitios para colocar la infraestructura de punta que integra estos espacios científicos.
El propósito fundamental es generar información, mediante diferentes equipos, para la evaluación del recurso. Estos datos podrían tener aplicación en diversos campos. “Por ejemplo, estamos midiendo la radiación en planos verticales; los resultados podrían emplearse en arquitectura para determinar el diseño y orientación de las viviendas, a fin de tener una mejor iluminación y establecer la carga energética y térmica”, dijo.
Cada una de las estaciones está equipada con sensores de radiación fotosintéticamente activa, información útil para los agrónomos; tienen la capacidad de medir los rayos ultravioleta, y son fundamentales para que la población aledaña a estas infraestructuras pueda mantener una exposición controlada a este tipo de radiación.
De igual manera, se cuenta con sensores de onda larga, únicos en el país, que se utilizan para corregir y obtener datos más exactos de radiación global y difusa. Esa información contribuiría al estudio del cambio climático y calentamiento global. “Si se obtienen índices de turbidez, también sería posible determinar los de contaminación en algunas ciudades”, añadió Valdés Barrón.
En la actualidad, y después de seis meses de trabajo, los universitarios han instalado ocho de las 10 propuestas para esta etapa del proyecto en Guerrero Negro, Baja California; Ciudad Cuauhtémoc y Ciudad Juárez, Chihuaua; Gómez Palacio, Durango; Temixco, Morelos; Coeneo, Michoacán; Ixmiquilpan, Hidalgo; y Tepic, Nayarit.
La Red trabaja en colaboración con el Servicio Meteorológico Nacional y la Comisión Federal de Electricidad, que poseen una amplia red de sensores, cuya información está disponible para los científicos universitarios que, a su vez, cuentan con un laboratorio para calibrar y certificar los equipos.
La instrumentación requiere de un mantenimiento estricto. “Una de las ventajas es que constituimos el Centro Regional para la Medición de Radiación Solar (Norteamérica, Centroamérica y el Caribe), lo que nos permite tener en custodia los radiómetros estándares del país, con el compromiso de mantenerlos en óptimo funcionamiento. Nuestro centro está a la altura del existente en Estados Unidos y Canadá”, resaltó.
Las estaciones solarimétricas se instalaron en universidades que cuentan con grupos de investigación y estudiantes de licenciaturas en energías renovables. Cada una de ellas genera información que es captada por una computadora minuto a minuto, para después, desde el IGf, concentrarla en una base de datos para su análisis y validación a través de algoritmos matemáticos, finalizó.