Urgando en la Web hallé una noticia que me puso los pelos de punta, por el sadismo hecho ser vivo asesino. Un llamado “feminicidio” más a la extensa lista de asesinatos (no importan las cantidades; con que fuera uno sería más que suficiente para exigir venganza), lo que también debe indignar a la sociedad y al llamado gobierno.
Pero no, pareciera que a todos les importa un comino; no les importa. Sólo lloran los familiares de la víctima. Qué más da que sea asesinada una mujer más por un loco que odia a las mujeres. Además, ellas son las que se exponen. Que absurda manera de explicar las cosas.
Fue horrible leer en el portal poblano llamado Central que la necropsia de ley confirmó que la mujer hallada, la mañana del pasado sábado, dentro de la caseta de vigilancia del fraccionamiento Del Valle en San Jerónimo Caleras, murió a causa de un traumatismo craneoencefálico, producto de un golpe, y se trataría del feminicidio número 45 en la entidad en lo que va del año. Sadismo cruel matar a alguien a golpes. Cuanto sufrimiento, cuanta angustia, cuanta ansiedad, cuanta desesperación hasta que el cuerpo queda inerte.
La asesinada, en vida trabajaba como veladora en dicho fraccionamiento. Por qué la asesinaron, porque va a estar difícil que la policía encuentre al asesino. Odio a las mujeres. Qué más. Hay gente que trae en la sangre el rechazo a la madre por quién sabe que tratamiento recibió de ella en la infancia. Pero ya son muchas mujeres las que han sido asesinadas en el estado que gobierna el panista Rafael Moreno Valle, quien pareciera que no le conmueve el asesinato de mujeres.
Y son privadas de la vida mujeres de todas las edades, primordialmente jóvenes. Esta de la que hablamos tenía apenas 30 años, dos años menor que mi hija; de la misma edad que la hija de una amiga cercana. Qué podemos pensar, sentir, imaginar los padres de mujeres jóvenes, que tienen que salir a trabajar y regresar tarde a su casa.
Y el gobierno toma medidas mediáticas solamente, como el silbato de Mancera o la exclusión de las mujeres en los transportes públicos, en el Metro de Ciudad de México, en horas pico, o en el Metrobús. Pero en otros transportes, también públicos, no hay ninguna seguridad para las mujeres.
Lo que tendría que hacer el gobierno, y me refiero al que encabeza Peña Nieto, es una reforma educativa a fondo, una educación para que el individuo haga uso de su libertad en el respeto a sus alteridades, especialmente entre el hombre y la mujer. En vez de separar a las mujeres, educar a los hombres desde el jardín de niños hasta la universidad. Enseñarle a respetar a su madre, a las mujeres a las que en el fondo odia porque odia a su madre que lo maltrató desde pequeño.
Con este feminicidio, suman ya 45 los homicidios violentos contra mujeres en lo que va del 2016 en el estado de Puebla. Los nombres están ahí, fueron seres vivos, bellos, inteligentes, que tuvieron la desdicha de hallarse con un desquiciado por el odio.
El asunto es de fondo. Es de mala educación también, como el no saber gobernar, como el mentir, como el simular, como el robar, como el ser corrupto, como…. Bueno, ya ustedes saben lo que pasa y no pasa en este país de la desesperanza, del miedo, de la falta de fe en quienes gobiernan, de la represión violenta contra la disidencia, como la URSS stalinista y su archipiélago Gulag.
Brenda, Modesta Flora, Adriana, Ángela, María, Manuela, Nancy, Hermelinda, Laura, Ingrid, Samaí, Arely, Anayeli, Vanessa Guadalupe,
Mercedes, Isabel, Norma, Patricia, Marcelina de Jesús Trinidad, y tantas mujeres que ahora, como dice Jaime, viven debajo de la tierra, pero que son extrañadas por sus familiares, por sus padres, sus hermanos, sus hijos, sus amigos.
Y qué hacen las autoridades para atacar a fondo este asunto y todos los asuntos dramáticos que sólo crean infortunios para la gente. Ay señor. Este país está en manos de gente inconsciente, que no sabe que no sabe. Por lo pronto me voy a la comida, sin hambre, con un muy mal sabor de boca, con una profunda tristeza en el corazón y en el alma. No es posible que vivamos, o sobrevivamos millones, con la incertidumbre de que un buen día nos informan que la hija mejor o la hija mayor fue asesinada. Y qué vamos a hacer, señor Peña Nieto. (Usted es de los felices, que vive quitado de la pena, feliz, tranquilo de conciencia, como lo reseñó Ciro en su columna de este lunes) Y qué vamos a hacer, señora Arely Gómez González…
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