Fue presentada ante la Comisión Permanente por el diputado Victoriano Wences Real (PRD), quien precisó que los grupos originarios del país son de los más rezagados, debido a pronunciadas desigualdades que enfrentan, además de que los esfuerzos que han hecho diversos gobiernos para ayudarles, “no han tenido resultados destacados”.
El diputado secretario de la Comisión de Asuntos Indígenas destaca en el documento que sustenta su propuesta, que esta población en México está conformada por 15 millones de personas, distribuidos en 871 de los dos mil 443 municipios del país, según la última encuesta del Inegi.
Acusa que, por ejemplo, el acceso a la educación superior es inequitativa cuando se compara a las zonas urbanas con las rurales (estas últimas, donde se asienta la mayoría de los indígenas): sólo el 3 por ciento de los jóvenes que viven en poblaciones apartadas, puede aspirar a ingresar a la universidad.
Concretamente, sólo el 1 por ciento logra entrar a una institución académica, y menos del 0.2 por ciento egresa y se titula, debido a la situación de pobreza que atraviesan.
Otras causas para la deserción escolar de indígenas, es la falta de apoyo de padres y maestros en la enseñanza; que los profesores no hablen la lengua de la comunidad que atienden, y otros de carácter administrativo, como la falta de acta de nacimiento.
Wences Real destaca que, por otra parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha señalado que México es el país miembro del organismo internacional que menos invierte en la educación por estudiante en el nivel primaria. Sólo desembolsa 11 mil 400 pesos al año por cada uno.
Con la Ley que crea el Sistema Nacional de Becas para Estudiantes Indígenas, enfatiza el diputado, se fomentaría el desempeño escolar y se determinarían normas y procedimientos para otorgar apoyos a los estudiantes de los pueblos originarios de nuestro país.
Su intención es cubrir a todos los alumnos indígenas desde el nivel básico hasta el universitario, con becas de carácter económico o en especie que les permita seguir estudiando y evitar que deserten de sus actividades escolares.
Del aspecto presupuestal, subraya: “no generaría una mayor carga (al erario), sino, al contrario, evitaría la duplicidad de apoyos. Con ello, el gasto público se ejercería de forma responsable y transparente”.