Para alcanzar ese objetivo, la diputada Ana Guadalupe Perea Santos propuso en el punto de acuerdo, aprobado en votación económica, que en la convocatoria sobre la obtención de apoyos mediante el Programa de Estímulos a la Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (PEI), el Conacyt considere preferentemente como requisito para las empresas seleccionadas, priorizar la contratación de ex becarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, con el fin de que continúen con su crecimiento laboral.
Al referirse a la situación de los científicos en nuestro país, la legisladora federal señaló que México tiene un promedio de 0.9 científicos por cada mil habitantes, por lo que aun si tuviéramos un crecimiento anual de 4.6 por ciento en el número de investigadores, tendrían que pasar 20 años para que alcancemos el promedio de 2.5 científicos por cada mil integrantes de países como Argentina y Turquía.
En ese sentido, Perea Santos insistió que el Conacyt debe establecer como requisito que, para hacer elegibles a las empresas para recibir algún tipo de financiamiento para actividades científico-tecnológicas, sean privadas o paraestatales, demuestren tener en su nómina a un número de científicos proporcional a su tamaño y que el contrato laboral tenga una vigencia igual o mayor que la del proyecto objeto del financiamiento.
“Para el caso de micro y pequeñas empresas se requerirá al menos un científico; para empresas medianas al menos tres y para empresas grandes ocho”, planteó la integrante del Grupo Parlamentario que coordina el diputado Alejandro González Murillo.
Refirió que para generar capital humano de alto nivel en nuestro país, se han realizado esfuerzos importantes mediante el Programa de Becas de Conacyt, con la finalidad de llevar a cabo estudios de posgrado en México y en el extranjero.
“Cerca del 20 por ciento del Gasto Nacional en Ciencia y Tecnología, que corresponde al 0.15 por ciento del PIB en 2013, se dedicó al rubro de educación de posgrado”, comentó.
Sin embargo, la legisladora hidalguense manifestó que, como se reconoce en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2014-2018, debido a la falta de oportunidades de empleo y a otros rezagos existentes, los investigadores no han estado en posibilidades para resolver las necesidades del país.
Aseguró que mientras no haya expectativas realistas para que puedan encontrar trabajo con un salario acorde a su formación académica y a la relevancia de su desempeño, será bajo el número de jóvenes que se interesen por la ciencia y la investigación, “y por lo tanto el déficit de estos profesionales en el país continuará con los consecuentes impactos en términos de independencia tecnológica y desarrollo económico”.