Especificó que las zonas más susceptibles a padecer deslaves son las barrancas, fundamentalmente en tiempo de lluvias por el reblandecimiento del suelo.
Precisó que se debe tener mayor precaución en zonas de barrancas por que tan sólo en Cuajimalpa se registran al menos 10 mil 907 viviendas concentradas en 194 colonias.
Recordó que recientemente se registró un derrumbe de tierra en las calles Luis Barragán y Tamaulipas de dicha demarcación, donde un trabajador perdió la vida; de igual forma, en octubre y noviembre de 2015 ocurrieron deslaves en la misma zona que provocó el desalojo de una casa y del Residencial Vista del Campo, así como el cierre de acceso al Club de Golf.
Informó que de acuerdo a las características topográficas de las zonas altas de la Ciudad de México, existen 74 barrancas situadas en ocho delegaciones. Álvaro Obregón, con 16; Cuajimalpa, con 14; Gustavo A. Madero, con 10. Además de Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco.
Argumentó que es necesario que las autoridades delegacionales y centrales se comprometan e inviertan recursos económicos, apliquen programas de rescate habitacional, incluyendo las propuestas de solución de la ciudadanía, que sufre las consecuencias de una mala planeación urbana.
La asambleísta expresó que el tema debe atenderse con carácter de urgente y obvia resolución porque la integridad física y patrimonial de los habitantes de estas regiones se encuentra en peligro.
Consideró que si bien las barrancas fueron invadidas por personas de escasos recursos carentes de una vivienda digna, las autoridades legitimaron su presencia al regularizar los terrenos a cambio de votos y ahora tanto los moradores, como las autoridades, no saben cómo resolver el problema que pone en riesgo la vida de cientos de familias.