Un método infalible entre los políticos, en momentos de sucesión Presidencial, es medir la capacidad de los aspirantes a La Gran Silla mediante la solución de grandes conflictos.
Hoy mismo México parece que vuelve a vivir este fenómeno sexenal cíclico, a través de los estallidos de violencia con muertos de por medio en Oaxaca, y mediante un ya largo conflicto magisterial que toca a Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán así como a la Ciudad de México.
Ni que decir que el país vive la gravedad de un conflicto que amenaza con escalar a segmentos distintos al del magisterio, dentro de un escenario relativamente parecido al de 1968.
De este conflicto que le estallo a Gustavo Díaz Ordáz justo previo las Olimpiadas de ese año, salió postulado candidato presidencial del PRI el entonces secretario de Gobernación Luis Echeverría.
Hoy es casi seguro que quien logre solucionar lo de la 22 y Oaxaca, es quien será lanzado como candidato del oficialismo a la Presidencia de la República en 2018.
Así ha sido a lo largo del México priísta post-revolucionario. Los mandatarios en turno desde Plutarco Elías Calles surgieron en gran parte luego de sortear o solucionar grandes y graves problemas nacionales.
Al menos eso ocurrió de Calles a Lázaro Cárdenas, quien dejaría ardiendo el país con grandes protestas empresariales a Manuel Ávila Camacho y de éste con graves problemas económicos y sociales surgidos de la postguerra a Miguel Alemán, y así a Adolfo Ruiz Cortines a quien le surgieron los primeros grandes movimientos magisteriales y ferrocarrileros, de los cuales salió electo Adolfo López Mateos.
Con Gustavo Díaz Ordáz, México vivió el movimiento del 68 y su colofón con la masacre de Tlatelolco, de donde –ya dijimos antes-, salió adelante como presidente Luis Echeverría quien a su vez tuvo que enfrentar la primera gran crisis económica con fuga de capitales en 1976, de la cual salió postulado José López Portillo quien enfrentó otra con la nacionalización de la banca crisis de la cual salió adelante la presidencia de Miguel de la Madrid quien a su vez enfrentó la ruptura del PRI en 1987-1988 de dónde surgiría la presidencia de Carlos Salinas el cual vivió en 1994 el estallido del EZLN y luego el asesinato consecutivo de Luis Donaldo Colosio y de José Francisco Ruiz Massieu, momento que determinó la presidencia de Ernesto Zedillo.
EL CONFLICTO PREVIO AL 2018
Hoy, en medio de analistas políticos de memoria muy, pero muy corta y una prensa sin contexto histórico, México vuelve a vivir un conflicto de graves consecuencias justo en el arranque de la sucesión presidencial del 2018.
Todo indica que el ya largo movimiento magisterial de la CNTE, azuzado por medidas represivas aparentemente locas del titular de la SEP Aurelio Nuño, se recicla y comienza a transformarse en un grave problema social regional que involucra a segmentos populares de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Como en los meses anteriores, los de la CNTE –ahora acompañados por los de la revivida APPO, una organización penetrada y dirigida por el EPR-, estuvieron anoche con el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, lo que transforma automáticamente el conflicto magisterial en un conflicto político.
El encuentro se da justamente después de los enfrentamientos del domingo anterior en Nochixtlan, Oaxaca que dejaron 8 muertos, una cincuentena de heridos y unos 20 detenidos y el cierre de carreteras que comenzó a ahogar a las grandes poblaciones de ese estado.
Sin apuros, el secretario de Gobernación dejó de lado del encuentro al secretario de Educación y, con el presidente Enrique Peña Nieto a punto de iniciar en nuevo viaje internacional que lo mantendrá fuera del país durante varios días, asume el control y la administración de esta crisis.
Nadie protesta. Todas las partes y el contexto periodístico, analítico e intelectual asumen que así debe ser. Osorio Chong es quien debe y tiene la capacidad y el poder de decisión para solucionar el problema.
Ayer El Financiero encabezaba su primera plana con una encuesta que daba cuenta del avance de 3 precandidatos presidenciales: Andrés Manuel López Obrador, candidato de sí mismo, tiene 25 por ciento de preferencias electorales lo que lo ubica como el puntero en la carrera hacia el 2018.
Le siguen la panista Margarita Zavala con 21 por ciento y el priísta Miguel Ángel Osorio Chong con 21 por ciento.
Como nada es casual en política, ni la encuesta ni el encuentro con la CNTE pueden ser actos aislados para el titular de Gobernación.
Es obvio que Osorio Chong construye su acceso a la candidatura presidencial del PRI a través de la solución de estos conflictos, cosa que puede luego darle un plus importante a la hora de la votación popular del cargo.
El método ha sido efectivo a lo largo de 70 años de la presidencia priísta. No tiene por qué no serlo ahora.
¿Y LA 3DE3?
Todo –como en el famoso libro de Hemingway-, era una fiesta luego de la aprobación de la escandalosa Ley 3de3.
Y era mayor el impacto porque esta incluye –al menos hasta hoy-, a los empresarios que operan como proveedores del gobierno.
En ese contexto estaba planeada la gran celebración de su promulgación para ayer en Palacio Nacional.
Pero antenoche las cúpulas empresariales se reunieron a puerta cerrada en Los Pinos con el presidente Enrique Peña Nieto y todo se congeló.
Los trascendidos del encuentro indican que los empresarios le exigieron a Peña Nieto vetar esa Ley o promover una reforma de la misma para que los quite de sus efectos.
Según comentarios de algunos de esos dirigentes, Peña Nieto los escuchó y prometió analizar sus peticiones, pero no modificarla.
Hubo quienes apostaron entonces que Peña no cedería ante los empresarios y que simplemente le daría curso al procedimiento de promulgar ya, de una vez por todas esa y las otras leyes del paquete que dará vida al Sistema Nacional Anticorrupción.
Recordaron que la primera iniciativa de Peña fue precisamente la del Sistema Nacional Anticorrupción.
Pero ayer todo hizo agua. El coordinador de los diputados federales del PRI, el exgobernador mexiquense César Camacho salió a decir que su bancada va a promover cambios de la 3de3.
Eso significa que Peña sí cedió a las exigencias de los empresarios. Ni modo. Los únicos corruptos para esa ley siguen siendo sólo los políticos.
LLAMADO
Al indicar que pese a su avance democrático y de derechos humanos México vive hoy cotidianamente en la violencia, la inseguridad, la impunidad, la corrupción, la exclusión, la pobreza, la desigualdad y una falta de oportunidades con una consecuente descomposición social, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos Luis Raúl González Pérez afirmó que una respuesta efectiva a todo ello está en ir más allá de las acciones meramente reactivas.
De entrada hay que entender y remediar los factores que generan y propician la violencia y como sociedad no podemos acostumbrarnos o resignarnos ante la violencia.
“Hechos como los ocurridos en días pasados en Nochixtlán, Oaxaca, no deben repetirse. No debemos permitir que el diálogo y el entendimiento en el marco de la ley sean dejados de lado por la violencia. El uso de la fuerza no puede volverse la forma como la sociedad mexicana dirima sus conflictos, ni podemos permitir que el imperio de la ley y la justicia, sea substituido por el de la violencia y la imposición”, subrayó.
Y agregó:
“Como sociedad no sólo debemos exigir a las autoridades que cumplan y respeten la ley, debemos empezar por ser nosotros mismos quienes observemos las normas, respetemos los derechos de los demás, promoviendo la tolerancia, la inclusión y la solidaridad como bases de nuestra convivencia diaria, dando de igual forma espacio al diálogo y a la tolerancia como vías para remediar nuestros diferendos”, concluyó.