Explicó que hay aduanas donde las mercancías tardan hasta tres horas para salir de México, cuando los transportes que se provienen de la Unión Americana pasan en 20 o 30 minutos. “Ello genera grandes pérdidas a los exportadores nacionales, porque pasan tanto tiempo en las revisiones, que disminuye la calidad de sus productos, y al llegar a su destino los regresan”.
Señaló que en la última reunión que tuvieron con el Administrador General de Aduanas, Ricardo Treviño Chapa, se explicó que el objetivo del Programa de Integración Tecnológica Aduanera (PITA) es automatizar, facilitar y agilizar la entrada y salida de productos en las aduanas, con la modernización de la infraestructura en cada puente internacional de los seis estados fronterizos del norte del país
“Es fundamental para hacerlas de primer mundo e intensificar el comercio con Estados Unidos”, precisó.
Con el PITA, continuó, se prevé actualizar 60 puntos de revisión, que conjuntan 99 por ciento de la operación aduanera de mercancías, y el control de 52 cruces fronterizos.
Estimó que entre 40 mil y 100 mil vehículos extranjeros, aproximadamente, circulan en el país, lo cual es preocupante, pues deben cumplir todos los requisitos legales
Expresó que es necesario conocer las acciones que se han tomado desde la Subsecretaría de Ingresos, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para regular el ingreso de los autos llamados “chocolate” en la franja fronteriza.
La diputada Leticia Amparano Gámez (PAN), indicó que cada municipio y estado fronterizo, tiene diferentes situaciones de trabajo y de identidad en sus comunidades, propuso acudir a la zona para conocer su verdadera problemática “y no sólo hacer política detrás del escritorio”.
Planteó mantener comunicación con la SHCP, delegados estatales de migración, de la Administración General de Aduanas, cámaras empresariales, cónsul y presidentes municipales y alcaldes de las ciudades a ambos lados de la frontera, para “hacer equipo y entrarle a los cruces fronterizos y su modernización, con el fin de agilizar y aumentar la competitividad ante los Estados Unidos, e incrementar la posibilidad de negocios en los diferentes estados”.
Propuso elaborar una agenda desde todos los frentes y dar seguimiento a las situaciones de la región, “y no nada más estemos sentados unos días o meses para cuestiones de presupuesto”.
La zona fronteriza, añadió, debe tomarse en cuenta integralmente para el desarrollo y crecimiento del país y dejar de considerarla como una isla, lejana del centro de las grandes decisiones.