Denunció que de acuerdo con la organización El Poder del Consumidor (EPC), la emergencia ambiental y de salud en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), es consecuencia de la “profunda corrupción en los verificentros, que han permitido la entrada en circulación de más de 600 mil vehículos”.
Conforme a los datos de EPC, se vende un engomado cero y doble cero en los verificentros a precios que fluctúan entre 500 y mil 500 pesos.
Según información del Centro Mario Molina, a partir de mediciones realizadas en el 2015 con equipo de sensor remoto, cerca del 45 por ciento de los vehículos con holograma cero y más del 80 por ciento de los que tienen holograma dos rebasa los límites permitidos por la normatividad actual.
“Estos actos de corrupción en los centros de verificación vehicular obedecen a una mala implementación de políticas públicas, tardías, no transversales y no integrales, que preponderan la rigidez y complejidad, distanciando cada vez más la reglamentación de la realidad. Las medidas ambientales se van muy arriba, lo cual provoca que haya cada vez menos personas que puedan cumplirlas”, afirmó Martínez Soto.
En un punto de acuerdo que presentó en la Permanente, y que analiza la Tercera Comisión, expuso que la gravedad de la corrupción en los procesos internos de los verificentros, no solo se limita a las conductas delictivas de cohecho, sino significa un daño al medio ambiente, atentando directamente contra la salud humana.
Relató que las modificaciones al programa Hoy No Circula, desde su implementación en 1989 al 2015, cuando se ajustaron los estándares de evaluación, dejando los niveles de emisiones como factor determinante del holograma vehicular, no la temporalidad contada a partir de su fabricación, provocaron que los verificentros se convirtieran en un “foco rojo de corrupción, irregularidades y complicidad”.
Tan solo en el año 2015 se suspendieron las actividades de al menos 32 centros de verificación vehicular en la Ciudad de México y 20 en el Estado de México.
El diputado Martínez Soto puntualizó que, según datos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), existe una relación directa de 22 mil muertes prematuras al año asociadas a la contaminación del aire.
Precisó que las altas concentraciones de ozono ocurren durante largos periodos. Las condiciones que lo favorecen son el aumento de la duración del día, escasa humedad e intensa radiación; para el caso de la ZMVM, la temporada de ozono inicia en la segunda mitad de febrero y concluye en la primera mitad del mes de junio, con el inicio de la temporada de lluvias.