La petición también va dirigida a la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México. Ordoñez Hernández argumentó que “de acuerdo con estudios, si bien el uso de fertilizantes químicos mejoran la producción agrícola, esto tiene un alto costo a futuro porque a largo plazo esta producción no se mantiene, contamina los suelos, el aire y el agua; y consecuentemente impacta la salud de la población”.
Algunas evidencias científicas han relacionado el uso de nitratos, que contienen los fertilizantes derivados del petróleo, con el desarrollo de algunos tipos de cáncer; adicionalmente, estos componente químicos son, entre otros factores, detonantes de lluvia ácida; entre otros daños ambientales.
“Actualmente en nuestro país se ha acrecentado el uso de fertilizantes químicos, dado que se han vuelto más necesarios, ya que la demanda de productos agrícolas se ha vuelto mayor. Por ende se requiere producir más y eficazmente, sin embargo el uso de fertilizantes con un alto concentrado de químicos daña a la tierra lo que a la larga se ve reflejado en sustituir esas mismas propiedades con más químicos”, señaló.
“La agricultura ha sido una de las actividades con mayor incidencia dentro de la historia del país. Cifras de La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente (FAO) revelan que México cuenta con un territorio nacional de 198 millones de hectáreas de las cuales 145 millones se dedican a la actividad agropecuaria”, precisó Ordoñez.
Por lo tanto, “es de suma trascendencia abrir el debate sobre el mineral que lleva por nombre zeolita, el cual dentro de sus múltiples propiedades, funciona como un fertilizante de carácter orgánico y que hasta el día de hoy no se ha utilizado suficientemente, para dichos fines”, planteó.
“La zeolita es un mineral que posee diversas características benéficas para la explotación de la tierra. Es de origen volcánico, con composición semejante a la de la arena, pues su estructura demuestra que tiene cavidades interconectadas llamadas microporos; es decir, funciona como una esponja, puede retener agua y múltiples nutrientes con carga positiva y estos a su vez, se liberan en las plantas de manera gradual”, apuntó.
“Es prudente que se promueva el uso de fertilizantes de carácter orgánico, que al igual que los químicos ayudan en la explotación de las bondades de la tierra, pero de una manera más natural, saludable y económica para el país, en particular a los fertilizantes compuestos por zeolita”, concluyó el legislador.