Precisó que el pasado 30 de abril venció el plazo para que el Gobierno Federal entregara la Cuenta Pública 2015 a la Cámara de Diputados a fin de que éste inicie la revisión de los ingresos y gastos nacionales y determinar si se cumplieron los objetivos, metas y estrategias previstos, así como iniciar, a partir de los resultados, la asignación de recursos para 2017.
En el caso de PEMEX y sus empresas productivas subsidiarias se considera además el Plan de Negocios con proyección a cinco años y el programa operativo y financiero anual que aprueba, revisa y actualiza su Consejo de Administración que, de acuerdo a la Ley que regula a la empresa, debe publicarse en su sitio web, lo que no se ha cumplido.
De hecho –puntualizó-, el Plan de Negocios sería la única herramienta con la que contaría la Cámara de Diputados, si se hubiese publicado en el portal de internet de PEMEX, para evaluar el cumplimiento de 21 metas con las que la gerencia del organismo justificó su petición de presupuesto para 2015, ya que sólo presentó indicadores para ocho de estas metas.
Saldaña Morán destacó que es de importancia fundamental que la Cámara de Diputados cuente con todos los elementos necesarios para revisar el ingreso y gasto de PEMEX durante 2015 a fin de programar los destinados a 2017 y contribuir a su rescate y viabilidad, pues la empresa aporta por lo menos 20 por ciento del total que ingresa a la hacienda pública.
Recordó que en sus mejores momentos esa aportación representó casi 40 por ciento, pero por ineptitud -y tal vez perversidad- administrativa de los directivos y del Consejo de Administración se dejó caer la extracción e industrialización del crudo, lo que junto con el desplome del precio internacional, podría caer aún más.
Así pues, insistió en que, al no contar con los indicadores del total de metas propuestas, el Plan de Negocios 2015-2019 y el de 2016-2020 es fundamental para que el Congreso, a través de la Cámara de Diputados, cumpla su tarea fiscalizadora y de asignación presupuestal.
Advirtió que solapar la opacidad con la que los directivos de la empresa la conducen sería ser cómplice de su perversidad tendiente a quebrantar a PEMEX para seguirla entregando a ciertos grupos de empresariales, pero con el agravante de seguir descuidando rubros de operación y mantenimiento que, como se vio recientemente en la planta de “Pajaritos”, con frecuencia trae consigo consecuencias trágicas.
