En lo que va de la presente administración, la SEDATU ha recatado más de 1,300 espacios públicos, de los cuales 49 han sido parques infantiles y/otemáticos.
Esta política pública ha impactado a nuestros pequeños, y de ello da cuenta Carlos Martínez Loyo, estudiante de la escuela primaria Teotlalpan, en el municipio de Totolac, en Tlaxcala, quien afirmó: “cuando yo pasaba por aquí me daba cuenta que no estaba inaugurado y no podía venir en bici; cuando me subía a los juegos se sentía rasposo y no podía jugar, pero ahora ya podemos jugar con mis amigos”.
Así, la SEDATU identifica y rescata espacios públicos para que los niños y las niñas puedan salir a jugar, a disfrutar de sus ciudades sin riesgo de ser afectados y en un esfuerzo de fortalecer el tejido social.
Mención especial merecen los Centros de Desarrollo Comunitario, donde se imparten talleres de sensibilización en los temas de: derechos ciudadanos, promoción de la equidad de género y prevención de la violencia.
También se cuenta con talleres artísticos- culturales: pintura, teatro, danza, música y dibujo entre otros; y con talleres deportivos, con actividades como fútbol, basquetbol, voleibol, gimnasia y artes marciales – Karate, Kung Fu, Tae Kwon Do-, entre otros.
Como parte de la Política Nacional de Vivienda y con el objetivo de atender y abatir el hacinamiento en el país, uno de los más graves problemas sociales que enfrenta México, la SEDATU puso en marcha la estrategia “Un Cuarto Más” o “Cuarto Rosa”. Por ello, Yaremi Zapata Santos, una nena de apenas 10 años de edad, integrante de una familia afectada por los fenómenos naturales de Ingrid y Manuel, en Venta Vieja, Acapulco, Guerrero, lo resume así:
“Estamos contentos, porque ¡ya vamos a tener nuestra propia habitación y será rosa! doy las gracias a todos los que apoyaron para que pronto tengamos las niñas nuestro propio cuarto, para vivir todos contentos”.
Un eje medular de este programa es la construcción de habitaciones encaminadas a mejorar el entorno familiar, con lo cual las niñas, los niños y adolescentes estarán protegidos de la violencia que se genera al interior del seno familiar como consecuencia del hacinamiento, ya que lamentablemente deriva en muchas ocasiones en agresiones sexuales hacia los infantes, y embarazos no deseados.
El sentido social de esta nueva estrategia permitirá, por un lado, beneficiar de manera directa a niños, niñas y adolescentes de escasos recursos en el país, que viven en condiciones de hacinamiento, la mayoría en zonas urbanas, que además de mejorar su calidad de vida, reducirán los riesgos de salud y de violencia intrafamiliar.