Suerte te de dios y de saber puro camote, reza un adagio muy populachero probablemente proveniente del caló de los barrios bravos de Ciudad de México, concretamente de Tepito, quién sabe.
Y digo esto porque Hacienda ya la libró, por lo menos para lo que falta de 2016 y todo 2017, pues le salió un taumaturgo que le resolverá el problema financiero de estos dos años: La junta de gobierno del Banco de México (Banxico) acordó este lunes entregar al gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), un remanente de 239 mil 93 millones de pesos producto de las ganancias que obtuvo por sus operaciones en los mercados.
Este monto es mucho mayor al que reportó en 2014, cuando entregó a la SHCP un total de 31 mil 449 millones de pesos. Sin embargo, esta será la primera vez que el remanente de operación tiene un destino específico, de acuerdo con la más reciente reforma a la Ley Federal de presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), que mandata al gobierno a utilizarlo para reducir la deuda y fortalecer la posición financiera.
Banxico informó que la Junta de Gobierno del Banco central se reunió hoy para aprobar los estados financieros dictaminados de esta institución, correspondientes al ejercicio fiscal de 2015. Detalló que el resultado neto del ejercicio del año pasado del Banco de México fue de 378 mil 235 millones de pesos. De ese monto, la Junta de Gobierno decidió destinar 109 mil 142 millones de pesos para incrementar su reserva de capital para, de esa forma, alcanzar el objetivo del capital más su reserva de 118 mil 464 millones de pesos, mismo que resulta de la aplicación del artículo 53 de la Ley del Banco de México.
Se aprobó incrementar la reserva de revaluación de activos en 30 mil millones de pesos, a un total de 60 mil 920 millones de pesos, para proteger el capital objetivo, en previsión de una posible apreciación de la moneda nacional frente al dólar. Derivado de lo anterior, el remanente de operación resultó de 239 mil 93 millones de pesos el cual, de acuerdo al artículo 55 de la Ley del Banco de México, será entregado al Gobierno Federal. La determinación del remanente de operación se hizo en estricto apego a la Ley del Banco de México y por lo tanto en cumplimiento del mandato constitucional del Instituto Central de mantener una inflación baja y estable.
Banxico sin embargo, y eso ya es bastante, le resuelve la vida al gobierno federal por lo que corresponde a 2016 y 2017.Con el ajuste para el 2017, el gobierno federal sumaría en total recortes por 528,400 millones de pesos en tres años. A inicios del 2015 se anunció un ajuste por 124,300 millones de pesos; mientras que para el 2016 se hicieron dos ajustes: el primero, por 96,700 millones de pesos que se anunció cuando se aprobó el PEF 2016, y en febrero pasado, por 132,300 millones de pesos. Con ello, el 2016 es el año con el mayor ajuste, con un total de 229,000 millones de pesos, que al sumarle los 175,100 millones de pesos que se estiman para el 2017, daría un total por 528,400 millones de pesos.
O sea que con los 239 mil 93 millones de pesos, Hacienda ya no tiene ningún pretexto para afectar los programas presupuestarios y concretamente el empleo y los salarios, así como los programas educativos y de otra índole social que, aunque lo nieguen, son los que salen más afectados con las políticas económicas cíclicas y neoliberales que adoptaron desde hace ya muchos años los gobiernos otrora revolucionarios de México.
Los estados van a tener que recurrir al Fondo de Estabilización de los Ingresos para las Entidades Federativas (FEIF) a fin de compensar los recursos, el coordinador de la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales (CPFF), Aunar Agustín de la Rocha Waite le informó a un reportero de El Universal de México, que el FEIF, que cuenta con 39 mil 385 millones de pesos, va a entrar a cubrir el faltante de enero y febrero de las finanzas estatales. Dijo que, si bien se prevé que en abril-mayo van a mejorar los recursos por participaciones, es necesario que los gobiernos locales ajusten su gasto, pues no se tiene certidumbre de lo que va a suceder en 2017.
El complicado panorama que generan las constantes caídas del precio del petróleo, el bajo dinamismo de la economía estadounidense y un complicado panorama internacional fueron los principales factores que orillaron al gobierno federal a considerar otro recorte al gasto público para el 2017 por 175,100 millones de pesos, de acuerdo con los Precriterios Generales de Política Económica.
“La idea de los precriterios es mostrar una fotografía del entorno macroeconómico que se tendría si hoy se tuviera que aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (…). Para el 2017 se mantienen las metas establecidas en el 2016 sobre lograr un déficit presupuestario cero”, dijo en entrevista.
Detalló que para el próximo año se considerará un menor déficit de 99,900 millones de pesos, menores ingresos presupuestarios por 118,200 millones de pesos y un mayor gasto no programable por 93,700 millones de pesos.
Sin embargo, por lo menos no lo había hecho público el Banxico, Hacienda no contaba con el milagrazo de Agustín Carstens, que Videgaray se lo tendrá que agradecer toda su vida.
2018 ya es otro cantar. Seguro que a nadie le preocupará si hay que hacer o no recortes. Seguro que no habrá recortes para los gastos de campaña de los partidos políticos y particularmente del PRI, que deberá de repetir en Los Pinos a como dé lugar, sea como fuere, rememorando aquello de “aiga sido como aiga sido”.