En la discusión del 8 de diciembre de 2015, el Grupo Parlamentario de Morena en voz de la líder camaral, Rocío Nahle García, se pronunció en contra calificándola “como un verdadero tiro a nuestro propio pie y como un aval a las normas antisociales que avaló la Reforma Energética por el despojo que implica a los pueblos y comunidades que tienen dichos recursos renovables en su territorio”.
Ahora distintas empresas privadas e industriales mexicanos del ramo señalaron ante la Comisión Federal de Mejora Regulatoria que dichas energías en México son todavía muy caras comparadas con la que se produce con otras tecnologías, como en los ciclos combinados con base natural.
“México, desde el gobierno, no ha definido con claridad y objetividad una verdadera estrategia sustentable en lo social, lo económico y lo ambiental, para delinear un modelo de transición energética apegado a nuestra realidad económica y social, así como a un inventario de recursos renovables y no renovables” aseveró la Coordinadora Parlamentaria, Rocío Nahle García.
Señaló que el Ejecutivo debe escuchar las voces de todos los sectores económicos y sociales antes de nuevas convocatorias, así como a los especialistas y a las comunidades afectadas con los llamados megaproyectos que han resultado en una serie de agresiones a los intereses de pueblos y comunidades indígenas, ya que se está lucrando con sus propios recursos sin incluirlos en una visión a largo plazo.
