Zapata Lucero, presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, destaca que al 26 de febrero de este año, según el Instituto Nacional Electoral (INE), los menores de 30 años en condiciones de votar representaban el 29.87 por ciento de la lista nominal de electores, mientras que los jóvenes de entre 18 y 24 años, el 17.63 por ciento de la población empadronada.
Un 4.07 por ciento de la lista nominal, subraya, está constituido por jóvenes de entre 18 y 19 años; es decir, 3.3 millones de mexicanos “se encuentran sin la posibilidad legítima de aspirar a ser representantes ante la Cámara de Diputados”, debido a que actualmente se exige que estos tengan, mínimo, 21 años de edad.
Aunque dicho sector poblacional está cambiando paradigmas al expresar sus inquietudes en redes sociales y ampliando los canales de comunicación y participación democrática, “muchos se encuentran desencantados con la política”, opina la diputada.
De ahí que el 43.2 por ciento de estos no tenga “nada” de interés en ella, en contra de un 5.2 por ciento que ha manifestado participar en alguna asociación, grupo o movimiento político, de acuerdo a una encuesta nacional realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) y la UNAM en 2012.
Tales cifras son “alarmantes”, califica Zapata Lucero, ya que uno de los principales aspectos de participación en la política es el electoral.
“La propuesta tiene como aspiración última que los jóvenes mexicanos no se sientan espectadores pasivos de la historia y de la vida democrática del país, sino participes y corresponsables. Para alcanzar estos objetivos, la participación de la juventud debe ser activa, consciente, libre, responsable, eficaz y completa”, añade.
Por otra parte, considera que mantener en la Carta Magna la edad de 21 años para acceder al cargo de diputado federal, “constituye una antinomia” que contradice el espíritu de su artículo 1, el cual prohíbe toda discriminación motivada por razones de edad o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y anule o menoscabe los derechos y libertades de las personas.
“Que actualmente nuestra Ley Suprema prevea que sólo a los 21 años de edad un mexicano podrá acceder a un cargo de elección popular, es obstáculo e impedimento para ejercer el derecho de ser votado, el cual no es sólo un derecho político, sino también humano”, concluye.