Tendencia que se confirma con lo señalado por el Reporte Mundial de Cáncer realizado por la Organización Mundial de la Salud, al estimar que los casos aumentarán 57 por ciento en el mundo en los próximos 20 años. Estamos hablando, dijo, de un estimado de 22 millones de personas anualmente en las siguientes dos décadas que tendrán este mal.
Señaló que la transformación de los patrones de consumo de embutidos procesados tiene una estrecha relación con el crecimiento de casos de cáncer. Hace décadas, en nuestra dieta diaria hablar de un sándwich estaba vinculado generalmente al jamón, formando parte de la alimentación de millones de niños.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señala que en el país se comen alrededor de 24 mil toneladas de carne procesada al año, y uno de cada tres mexicanos se nutre con salchichas al menos tres veces por semana, incluidos un 70 por ciento de niños y adolescentes.
Corichi García mencionó que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, de la OMS, difundió el 26 de octubre del año pasado un estudio de una alerta sobre la propiedad cancerígena de la carne procesada para los humanos.
Uno de los conservadores más utilizados en la fabricación de embutidos es el nitrito de sodio, para que luzcan más frescos, en mejor estado; sin embargo, es una sustancia altamente tóxica, porque al entrar al organismo humano se transforma en nitrosaminas, una de las sustancias más cancerígenas, según estudios científicos, pues daña el núcleo de las células.
La propia Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud ha señalado que los costos por el cáncer gástrico en México podrían llegar a los 570 millones de pesos en 2020; si no existe una campaña de prevención desde ahora y tomamos medidas, advirtió, el consumo diario de embutidos incrementará el riesgo de desarrollar cáncer en un 21 por ciento y enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y muertes tempranas.
Por ello, la legisladora Corichi García propuso tomar acciones concretas, como se hizo con el consumo de refrescos y tabacos, altamente nocivos para la salud.
La iniciativa que se plantea propone, en resumen, hacer uso del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), toda vez que los productos gravados por éste son en su mayoría nocivos, o al menos no indispensables, para la alimentación o el consumo básico, reformándose los artículos 2 y 8 de la Ley del IEPS.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Hacienda y Crédito Público, pretende ampliar la base de contribuyentes del IEPS, y desincentivar el consumo de alimentos que contengan nitrito de sodio, y hacer un llamado a los productores a tener mayor atención y disminuir riesgos cancerígenos.