Obama y Raúl Castro sortean los escollos

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Cuba
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Nada fue más difícil para los presidentes Obama y Raúl Castro que enfrentar y sortear los resabios y odios generados de uno y otro lado durante los pasados 57 años.

Y es que durante el primer día del presidente estadounidense en la Habana, con todo y el izamiento de la bandera norteamericana y el himno estadounidense en la histórica Plaza de la Revolución los extremistas en uno y otro país recriminaron el establecimiento de relación y el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.

Las críticas y los rechazos son comprensibles. Surgen de la animadversión y satanización construida sistemática, institucionalmente hacia el otro en uno y otro país.

Desmantelar los odios sociales entre unos y otros va a tardar mucho tiempo, admitieron Obama y Castro luego de su primer encuentro formal de unas dos horas en el mismísimo Palacio de la Revolución.

Los dos mandatarios se reunieron justo en el centro más emblemático de la Revolución Cuaba, donde se encuentra el yate Granma, ese que llevó a Fidel y sus 82 combatientes desde Tuxpan, Veracruz, México a las costas orientales de la Isla.

El Granma zarpó de Tuxpan el 25 de noviembre de 1956 para llegar 7 días después, la mañana del 2 de diciembre, a las costas de Cuba y con ello iniciar el movimiento armado que en los siguientes dos años derrocó al dictador Fulgencio Batista y colocar a Fidel en el poder para cumplir uno de los mandatos más largos de un gobernante en la historia del mundo.

De ahí salieron Obama y Raúl Castro a enfrentar a periodistas de uno y otro país y responder preguntas un tanto ingenuas que sólo sirvieron para mostrar la habilidad de uno y otro para no decir nada.

En su exposición inicial, Obama y Castro destacaron el eje del encuentro: el avance en la normalización de relaciones entre EU y Cuba, a pesar de los escollos interpuestos en uno y otro país, en especial por las normas que rigen en EU para el establecimiento del ya largo bloqueo económico contra Cuba.

Los dos indicaron que pese a eso ya existe un acuerdo de normalizar el correo entre las dos naciones, y sin duda el importante acuerdo de vuelos directos que permitirá el flujo creciente de personas de uno a otro país.

De igual manera dieron a conocer que grupos especializados trabajan en delimitar las áreas marítimas entre EU y Cuba y que en este encuentro convinieron avanzar en un sistema de cooperación agrícola así como un programa conjunto para combatir el narcotráfico.

Pero dieron especial énfasis en los programas de cooperación comercial y de salud, especialmente para el combate del Zika y el Cáncer.

Un acuerdo que tendrá impactos importantes, es, dijeron, el de telecomunicaciones que entre otras cosas avanzará en la estabilización y proliferación del Internet en Cuba.

En la ronda de preguntas y respuestas Raúl Castro insistió en que destruir un puente es fácil y rápido, pero reconstruirlo llevará mucho tiempo.

Más aún, dijo será “el aprender a vivir con nuestras diferencias…”

Enfrentados ambos a la esperada y obvia interrogante de cómo sobrellevar en la normalización de las relaciones la falta de respeto a los derechos humanos en Cuba, Obama indicó que ciertamente él y su gobierno no están de acuerdo con algunos aspectos de cómo se abordan los Derechos Humanos, pero no sólo en Cuba, sino en países como en China, Caboya y otros más.

Pero que a pesar de eso se mantienen plenas relaciones comerciales y que en el caso de Cuba no tiene por qué ser distinto.

Castro a su vez interrogó a una periodista norteamericana que le hico la pregunta: ¿Sebe Usted cuantos elementos se manejan en cuanto al respeto de los Derechos Humanos? Y, ante la cara de what???  de la reportera, Castro respondió: unos 57…

Y prosiguió: ¿Sabe cuántos países cumplen con los 57 requisitos?

Ya con la boca abierta, la reportera no supo responder. Castro se la soltó: “¡Ninguno!”

A otro que le exigió liderar a los presos políticos, Raúl le reviró: “Dígame ahorita el nombre de los presos políticos y los libero de inmediato… bueno, dígame el nombre de uno…”

Ante la falta de respuesta del reportero estadounidense quien se había declarado hijo de un exilado cubano, Castro lo conminó: “Bueno, entrégueme su lista al final de esta conferencia y le aseguro que esta noche están todos libres…”

El reportero no le entregó nada.

Obama por su parte explicó que antes de iniciar un acercamiento con Raúl Castro para re establecer relaciones, consultó con muchos en Estados Unidos y la conclusión de todos fue que si el bloqueo no había logrados los resultados que se había fijado, había que cambiar de estrategia.

Hoy, afirmó, “no vemos a Cuba como una amenaza en el hemisferio”.

Y reiteró su convicción de que ni el gobierno ni nadie en EU le tiene que decir a los cubanos cómo gobernarse. El futuro depende de ellos, dijo.

Por la tarde Obama dijo estar dispuesto a reunirse con Fidel. Algo que a muchos todavía les causa taquicardia en uno y otro país.

Fue el primer encuentro, la primera visita de un presidente de EU a Cuba, dicen, en los últimos 88 años.

Ahora habrá que ver la llegada de Raúl Castro a la Casa Blanca, porque eso es lo que sigue.

En Estados Unidos hay un poco más de 2 millones de cubanos, muchos de ellos exilados y quienes ahora mismo se consideran traicionados. Una comunidad que tiene poder económico y mediático y que en su mayoría odia sin retorno a los Castro y ahora a Obama.

A pesar de esto, los analistas y políticos estadounidenses y cubanos afirman que el reencuentro no tiene vuelta.

Esto lo garantizan los no se sabe cuántos empresarios estadounidenses que llegaron con Obama a La Habana para avanzar en proyectos de inversión de todo tipo.

Cuba no representa en sí un gran mercado. El grueso de los cubanos tiene un ingreso de quizá 25 dólares al mes. Su capacidad de compra es casi nula.

Ah!, pero la isla cuenta con riquezas naturales y turísticas insuperables, las playas más bellas del Caribe y una situación geográfica sin igual que proyecta grandes posibilidades en la región.

Para algunos avanzados, Cuba tiene posibilidades de ser un Miami 50 veces mayor.

Sea lo que vaya a ser, la puerta ya está abierta.

Ahora habrá que avanzar en la desintoxicación ideológica y emocional del exilio cubano y de las generaciones formadas dentro del socialismo castrista.

Cosa que no va a ser fácil ni rápida.

ALCALDES REACIOS

La organización de presidentes municipales de extracción panista que es encabezada por Isidro López Villarreal, alcalde de Saltillo, insistió en que la reforma que pretende establecer el Mando único Policiaco en los 32 estados del país, debe mantener la esencia de la policía preventiva (policía municipal) y  construir un esquema de profesionalización, certificación de elementos y la evaluación de corporaciones y elementos en lugar de seguir con la imposición de un modelo de seguridad que no va a operar.

Los alcaldes blanquiazules insistieron además en promover el sistema profesional de carrera policial, la protección de los agentes y una efectiva depuración de los cuerpos de policía.

Indicaron que contra lo que se afirma, no todos los cuerpos policiacos municipales están penetrados por la delincuencia y que por ello no sólo hay que protegerlos, sino integrar fondos estables participables con incentivos para abatir la corrupción e ir a un sistema flexible que cubra y sirva para las distintas realidades de los municipios del país y que evite la concentración de atribuciones en detrimento de la soberanía del municipio.