“Tenemos la instrucción de la Secretaría Rosario Robles para fortalecer los programas dirigidos a proteger los derechos de las mujer a tener ciudades seguras”, aseguró.
En este sentido, explicó que se llevan a cabo diversos programas en apoyo a las mujeres como es el caso de “Ciudades Seguras para las Mujeres, Derecho a la Ciudad” que consta de caminatas nocturnas exploratorias por colonias altamente marginadas y con problemas de seguridad, donde se escucha a los vecinos, a las vecinas y se atienden sus principales demandas y necesidades para que puedan vivir en lugares más seguros y tranquilos.
Destacó que estas caminatas que se llevan a cabo en coordinación de la Secretaría de Gobernación son un mecanismo cercano a la gente, que permite construir ciudades seguras para las mujeres, lo cual es su derecho.
Otro programa, destacó, es el de “Un Cuarto Más”, el llamado “Cuarto Rosa”, que comprende la construcción de una habitación adicional, que tiene como objetivo mejorar los espacios y la calidad de la vivienda y combatir la violencia hacia las mujeres que proviene del hacinamiento. Se trata, dijo, de la consolidación de la visión de inclusión social y el derecho a la ciudad, y la significación de la vivienda afianza este derecho.
Afirmó que el tercer proyecto es el de “Ciudad para las Mujeres”, que es un nuevo modelo de empoderamiento para las mujeres, basado en tres ejes rectores: perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad, que Integra la provisión de servicios de calidad bajo un mismo techo.
En la “Ciudad para las Mujeres”, comentó Marina Arvizu, se brindan servicios integrales con calidad y calidez de forma directa, coordinada, donde se promueve y fortalece la autonomía económica de las mujeres.
“La primera ‘Ciudad de las Mujeres’ está en Tlapa de Comonfort, que inauguró el Presiente Enrique Peña Nieto, donde atendemos ya a mujeres indígenas de 19 municipios de la zona de la montaña en el estado de Guerrero”, detalló Marina Arvizu.
La directora para la Igualdad de Género de la SEDATU afirmó que las mujeres en los territorios más alejados del país necesitan que el Estado reafirme sus derechos ciudadanos; proveerles de trabajo, de servicios de cuidado infantil, de cuidado de los adultos mayores, de las personas con alguna discapacidad, “Las mujeres somos las cuidadoras de la humanidad y por ello, el Estado debe cuidar de nosotras”, indicó.
