En un comunicado, sostuvo que ese inconveniente está “mal impulsado por una idea de pensamiento a corto plazo que, como sociedad e integrantes de la misma, se suele tener, en aras de una falsa comodidad inmediata”.
Señaló que la corrupción es el impuesto más regresivo en el país y un obstáculo directo para el acceso a los servicios más elementales para el desarrollo: salud, educación, seguridad y justicia.
La legisladora chiapaneca agregó que a través de incluir en los contenidos de la educación, conceptos orientados a rechazar la corrupción y fortalecer el sentido de planeación en los estudiantes, estaremos combatiendo este mal desde la raíz.
“Me niego a aceptar el infundado prejuicio de que este tipo de actitudes, propias de una sociedad carente de una estructura social que provea a sus integrantes lo necesario para alcanzar nuestras metas como sociedad, sean un irremediable rasgo cultural”, añadió Orantes López.
La legisladora presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Educación con el objeto de apuntalar la lucha anticorrupción desde el sistema educativo.
“No permitamos que la falta de visión y valores en una minoría, continúe afectando el desarrollo del conjunto social, en el que la mayoría es de gente honrada y trabajadora”, finalizó.