El Zócalo de la CDMX es testigo de la historia. Ningún Papa había estado aquí, es un honor que sea el Papa Francisco, señaló el mandatario capitalino.
El Jefe de Gobierno otorgó al Jefe del Estado Vaticano las condecoraciones como muestra de la hospitalidad de las y los capitalinos.
El Papa Francisco recorrió la explanada del Zócalo para saludar a miles de personas a bordo del Papamóvil.
El mandatario capitalino lo recibió frente a la Catedral Metropolitana. Ambos caminaron hacia un escenario instalado para la ceremonia de entrega de la Llave, Medalla y Pergamino.
Ahí se instalaron las banderas de México, de la Ciudad del Vaticano y el Escudo de Armas del Gobierno de la Ciudad de México.
El Jefe de Gobierno dio la bienvenida al Papa Francisco, quien visita a la CDMX como parte de las actividades que llevará a cabo en el país hasta el miércoles 17 de febrero.
Los asistentes pudieron seguir el trayecto del Papa desde su salida de la Nunciatura hasta la llegada, alrededor de las 9:30 horas, al Zócalo de la Ciudad de México, a través de las pantallas que fueron instaladas en la explanada.
La Llave de la Ciudad de México es de plata fina. Pesa 280 gramos y al anverso tiene grabado el Escudo de Armas de la CDMX y en la parte del reverso el nombre de Su Santidad, Papa Francisco 2016.
La Medalla está acuñada en una cara en plata fina con un peso de 185 gramos. Mide 52 milímetros de diámetro y 60 milímetros de ancho. También tiene grabados el Escudo de Armas de la Ciudad de México y el nombre del Papa Francisco.
El Pergamino se elaboró en papel artesanal de 34 centímetros de altura por 21.5 centímetros de ancho, con un peso de 25 gramos.
La Llave de la Ciudad de México, Medalla y Pergamino para la declaratoria de Huésped Distinguido se otorgan a Presidentes, Jefes de Estado y Ministros como muestra de amistad.