“Entendemos que se debe privilegiar a la gran mayoría de los ciudadanos que utilizan a diario el transporte público e incentivar a quienes utilizan su auto a bajarse de él, a través de opciones seguras, económicas y veloces; lo que no logramos entender es el porqué de tanta opacidad por parte del Gobierno de la Ciudad de México en cuanto a los contratos firmados con privados, llámese Autotraffic, para implementar éste reglamento”, señaló.
A través de un punto de acuerdo, indicó que a pesar de las grandes dudas que esto ha generado entre la ciudadanía, el Gobierno insiste, dijo, en brindar o proveer información a cuentagotas y de manera selectiva.
“Debe ser de conocimiento de la ciudadanía que en principio la licitación se declaró desierta, por lo que, siguiendo los procedimientos establecidos, se pudo asignar el contrato de manera directa a la empresa antes citada. Curioso es, que después de varios años de contratarse el mismo servicio, se sigan declarando desiertas las licitaciones”, apuntó.
Atayde Rubiolo sostuvo que a partir de la información solicitada, tanto el órgano legislativo y los capitalinos tendrán mayor capacidad y certidumbre para identificar riesgos, problemas de acción colectiva y demás factores que provoquen deficiencias en materia de movilidad y, en su caso, realizar adecuaciones pertinentes al Reglamento de Tránsito o a la Ley de Movilidad.
“Estamos a favor del nuevo Reglamento de Tránsito, no estamos a favor de la opacidad. Ante la socialización de la información, la transparencia y rendición de cuentas, será mucho más fácil que la sociedad no encuentre en la instauración del reglamento una forma de recaudación desmedida sino un instrumento para mejorar la movilidad en esta ciudad y respetar la jerarquización de la pirámide de movilidad”, concluyó.
