El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, anunció el 27 de enero que el gobierno federal echó a andar un programa de rescate financiero para Pemex en función del cumplimiento de varias condiciones.
El programa incluye el pago a proveedores con cargo a Nacional Financiera (Nafin) y posible capitalización de Pemex a través de un mayor endeudamiento.
Entre las condiciones que debe cumplir están la revisión de sus costos, el ajuste de su programa de gasto y el aumento de su eficiencia, así como la búsqueda de asociación plena con el sector privado, concentración en las áreas rentables y abandono de aquéllas donde ya no lo es.
Sin embargo –agregó el legislador perredista-, un día después el subsecretario de Ingresos de la misma dependencia, Miguel MessmacherLinartas, declaró a noticiarios radiofónicos que “no se rescatará a Pemex” y que “en ningún momento se habló” de esa posibilidad a pesar de que este mismo funcionario reconoció la difícil situación financiera de la empresa.
“Entonces –dijo Saldaña Morán- el de Videgaray fue un pronunciamiento demagógico o su subordinado tiene la razón y persiste en el gobierno federal la obstinación de arruinar a esta empresa para después subastarla a ciertos grupos, como se ha hecho con tantas otras del Estado Mexicano”.
El parlamentario veracruzano apoyó, desde luego, la determinación de pagar a los proveedores de Pemex, en particular a las pequeñas y medianas empresas, pues con ello se garantiza el pago a los trabajadores de éstas y la continuación de la proveeduría de insumos necesarios para el funcionamiento de Pemex.
Agregó, sin embargo, que son necesarias otras acciones para sanear y fortalecerla, lo que no necesariamente puede ni debe hacerse mediante mayor endeudamiento, sino mediante el cambio de su régimen fiscal para dejarle mayor proporción de los recursos que genera a fin de que se capitalice y modernice.
Consideró que esto es posible porque, ante la caída de ingresos petroleros por el abaratamiento internacional del crudo, el Estado Mexicano puede compensarlos a través de un combate más efectivo a la evasión fiscal de los grandes contribuyentes, lo que en parte ha hecho a iniciativa de las fuerzas de izquierda.
Reiteró la urgencia de que, en efecto, se ajuste el gasto de Pemex, en primer lugar a través del recorte de prebendas y canonjías a una alta burocracia incompetente y a una dirigencia sindical que se dedica a presumir, dentro y fuera del país, una riqueza inexplicable e insultante para la mayoría de mexicanos.
En general, lo mismo que en el gobierno federal dedicado en dilapidar los recursos petroleros mediante el derroche, es necesario que en la administración de Pemex se eliminen los gastos superfluos y dedicarlos a inversión e innovación tecnológica, para lo cual se debe aprovechar la capacidad ociosa del Instituto Mexicano del Petróleo, al que también se debe capitalizar para dar mejor servicio.
Bajo estas consideraciones, el diputado expresó sus reservas respecto al anuncio de Videgaray Caso, pues además recordó que varios de los funcionarios de la actual administración federal son los mismos que durante años se dedicaron a dilapidar los excedentes petroleros y colocaron en la actual situación a Pemex.
“A Pemex –dijo- lo tratan como al burro que acarrea el agua, pero al que se le impide saciar su sed”. Es decir, se le saquea cuanto se puede, pero no se invierte en su modernización. Esos mismos funcionarios, integrantes de su Consejo de Administración, raramente asisten a sus reuniones porque no les interesa.
El mismo MessmacherLinartas –uno de ellos- reconoció en sus comparecencias ante la Cámara de Diputados en junio de 2014 la incapacidad e ineficiencia de la dependencia en la que ahora es subsecretario, así como su falta de previsión en la creación de ahorros con los excedentes petroleros en gobiernos pasados, en los que también estuvo como funcionario de la SHCP.
Saldaña Morán insistió en que aún se puede rescatar a Pemex y aprovechar su potencial como palanca del desarrollo nacional, pero es imperativo dejarle mayor proporción de los recursos que genera para que se recupere.
Argumentó que esto es posible porque el gobierno ha obtenido recursos adicionales gracias a reformas fiscales impulsadas por la izquierda y porque ha obtenido cerca de 200 mil millones de pesos adicionales por el Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS) en la venta de gasolinas.