Guillermo Haro Bélchez, titular de la Profepa, también negó que haya especies muertas en la zona, luego de un recorrido realizado el 26 de enero pasado, a raíz de denuncias de diversas organizaciones ambientalistas.
Sostuvo que aunque las denuncias ciudadanas de organizaciones ambientalistas son muy valiosas para la Profepa, aseguró que algunos de los reclamos estaban basados en fotografías que circularon ampliamente en las redes sociales, que “no corresponden con la realidad de los hechos”.
Sobre esto, indicó que una de las instantáneas es de un cocodrilo filipino y otras fotografías de estos ejemplares muertos corresponden a situaciones y a lugares diferentes a las señaladas. Por lo cual la Profepa indica que mucha de la información gráfica que ha circulado en redes sociales “es falsa”.
El procurador señaló que hasta el día de hoy han recibido 112 escritos de denuncia y manifestaciones de preocupación a través de correo electrónico, portal de Internet, número 01-800 y de manera personal en las oficinas de la delegación Quintana Roo.
Destacó que las afirmaciones respecto a las irregularidades en aspectos jurídicos “son infundadas” y admitió que “sí ha habido impactos ambientales adversos”, sólo por el desmonte de siete de nueve hectáreas en lotes de propiedad de la empresa BI&DI Real Estate de México SA de CV, la cual está sometida a una investigación por probable responsabilidad penal.
En cuanto a Fonatur, indicó que la única responsabilidad que se encontró fue la interrupción del rescate de especies en la zona, por lo cual se conmina a esta instancia a renovar ese proceso.
Sobre si la Profepa considera que el proyecto Tajamar debe continuar, el procurador hizo hincapié en que esa dependencia no tiene competencia alguna en determinar la procedencia o no en desarrollo.