Indicó que 10 estados permiten la adopción a parejas extranjeras, uno la consiente a parejas del mismo sexo, otros se la avalan a la madre o al padre, y muchos más únicamente la admiten a parejas hombre-mujer. Además, en las legislaciones locales se establecen varios límites para establecer diferencias de edades forzosas entre adoptado y adoptante.
A través de un punto de acuerdo que analiza la Comisión de Derechos de la Niñez, el legislador Montoya Díaz expuso que la carencia de una legislación homogénea en materia de adopciones a escala nacional, inhibe los procesos para ofrecer a los menores de edad la posibilidad de integrarse a un hogar que le ofrezca posibilidades de desarrollo emocional.
En esta materia, los retos son enormes. “Tenemos una gran deuda con las niñas y los niños en situación de orfandad, tomando en consideración que en el estado emocional en que se encuentran, ellos son los menos responsables”.
De acuerdo con el Centro de Estudios de Adopción, el número de niñas y niños sin cuidados familiares en el país muestra un crecimiento permanente, de tal manera que para 2015 se establece la cantidad de 30 mil 368 menores huérfanos y establecidos en casas hogar, y al comparar las cifras de los menores en orfandad con las de adopciones se observa un panorama desalentador.
Ese mismo centro señala que para 2014, según cifras oficiales, estaban registrados 30 mil menores de edad en 700 casas de asistencia pública y privadas, pero no todos son candidatos a procesos de adopción.
Para ese mismo año se presentaron mil 734 solicitudes de adopción y se concluyeron 822. Nueve estados acumularon más de la mitad de las adopciones, y entre ellos destacan Coahuila, Yucatán, Sinaloa y Querétaro, con 501 procesos concluidos.
En contraparte, están Baja California, Baja California Sur, el Distrito Federal y el Estado de México, cuyos registros aparecen en cero.
El legislador señaló que dicho reporte menciona que de las adopciones concedidas el año pasado, 466 fueron para niños o niñas menores de cinco años, mientras que los adolescentes fueron 86.
Dichas cifras demuestran que en la adopción, existe una distrofia en el proceso que impide a menores de edad en situación de orfandad integrarse a hogares formalmente constituidos.
La cultura de la adopción en México se encuentra poco arraigada entre la población, principalmente debido a la falta de información sobre las bondades de aceptar en el seno familiar a una persona ajena originalmente a ella.
Además, “existe una serie de prejuicios que se convierten en barreras, situación que perjudica a los menores susceptibles de ser adoptados. Uno de ellos, la edad, pues las padres adoptivos prefieren a niños menores de 6 años”.
Hizo votos para que se realice una mayor difusión entre la población que permita beneficiar a la mayor cantidad de las niñas y los niños afectados, así como transitar hacia la implementación de políticas públicas que fomenten y promuevan la homogeneización de la legislaciones locales en materia de adopción.
La finalidad es agilizar los trámites legales para acortar tiempos en los procesos, en beneficio de menores en situación de orfandad.
