Recordó que en 2015, las tarifas residenciales también se redujeron 2 por ciento, por lo que en 2016 los hogares pagarán 4 por ciento menos que lo que pagaban en 2014. La dependencia indicó que tomando en cuenta la inflación observada en 2015 y la esperada para 2016, ello implica que las tarifas domésticas disminuirán en alrededor de 10 por ciento en términos reales durante estos dos años. El ajuste beneficia a más de 33 millones de hogares que percibirán un menor costo en su recibo de electricidad.
La medida es resultado de costos de generación más bajos así como de ganancias en eficiencia que se han observado en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por la implementación de la Reforma Energética. Por tanto, la disminución no llevará a un deterioro en las finanzas de la CFE.