Con modificaciones hechas en la Cámara de Diputados a la minuta del Senado, termina en el Congreso federal esa enmienda, la cual da autonomía a la capital del país, que en adelante se llamará Ciudad de México.
Senadores del PRD y el PAN consideraron que se salda así una deuda histórica con los habitantes de la capital del país, aunque reconocieron que hay insuficiencias, la principal que de forma artificial el PRI, que no tiene representatividad en el Distrito Federal, contará con el mayor número de diputados al congreso constituyente encargado de redactar la primera Constitución de la Ciudad de México.
En tribuna el senador Alejandro Encinas resaltó que es de todas formas un primer avance, pero un punto que “ha dejado un gran desazón” es que de los 100 integrantes de la asamblea constituyente, 60 serán electos por voto libre y directo y 40 designados por el Congreso, el presidente Enrique Peña Nieto y el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.
El coordinador del PT, Manuel Bartlett, sostuvo que el PRI va a tener mayoría en ese congreso constituyente, que “será un frankenstein indefendible” toda vez que el Revolucionario Institucional fue expulsado del Distrito Federal en las últimas elecciones, lo que constituye una negación de la realidad política electoral de la capital del país.
Igualmente el senador Mario Delgado resaltó que con esa conformación el PRI y el PVEM, que apenas representan 17.7 por ciento de la votación en el Distrito Federal, se quedarán, contando los seis votos que le corresponde al Ejecutivo federal con 31 diputados, mientras que Morena, que tiene una presencia política de 25.3 por ciento en el Distrito Federal tendrá apenas 16 diputados para ese congreso constituyente que va a redactar la primera Constitución para la ciudad.
Criticó también que la autonomía política que la reforma otorga a la capital del país no incluya también la autonomía económica, ya que no podrá controlar su deuda, punto a través del que ha habido los mayores chantajes del Congreso a partir de 1997.
El PRI, por conducto de Ana Lilia Herrera sostuvo que no hay ningún chantaje del PRD y criticó que la reforma le otorgue un fondo de capitalidad al DF de 3 mil millones de pesos.
En tribuna, argumentó que el gobierno del DF recibe 65 millones de pesos como presupuesto para atender a 8 millones de capitalinos, mientras que el estado de México, con un presupuesto de 76 mil millones, lo debe emplear para 16 millones de habitantes de esa entidad.
El PAN, por conducto de Gabriela Cuevas, criticó también lo que a su juicio es una reforma insuficiente, aunque adelantó que votaría a favor.
Otros panistas, entre ellos los bajacalifornianos Víctor Hermosillo y Ernesto Ruffo Appel, expresaron en tribuna que votarían en contra porque a su juicio el DF es financiado y subsidiado por las demás entidades del país.