Las personas que dependen de determinadas medicinas para mejorar su salud mental se ven en la necesidad de omitir las dosis indicadas, o bien, suspender el tratamiento por el alto costo de los mismos, lo cual deriva en un problema mayor ya que pueden desarrollar otros trastornos.
El tratamiento farmacológico de los pacientes puede prolongarse por tiempo indefinido, dependiendo de la evolución o mejora, pero al ser las medicinas de precio alto es difícil que continúen tomándolas, expresó el integrante de la Comisión de Salud.
Se calcula que en México una de cada cuatro familias padece algún tipo de enfermedad mental, y según cifras de la Organización Mundial de la Salud, dos de cada diez adolescentes tienen alguna alteración de este tipo.
De acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñoz”, se estima que de los mexicanos afectados por determinados trastornos mentales, 7 por ciento padece depresión, otro 7 por ciento pánico, 1.6 por ciento es bipolar, 1 por ciento tiene esquizofrenia y 1 por ciento presenta trastorno obsesivo compulsivo.
Por ello, Elizondo García propuso solicitar a la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos y Otros insumos para la Salud, que en el marco de sus atribuciones, instrumente una estrategia de negociación con el principal propósito de mejorar el precio de los medicamentos psiquiátricos.
Se busca cumplir con el derecho a la protección de la salud de los mexicanos, coadyuvando a garantizar la disponibilidad de medicamentos psiquiátricos para su debido suministro en las instituciones públicas de salud, facilitando así el acceso de los pacientes que padecen alguna enfermedad mental a dichos fármacos.
Recordó que los trastornos mentales no se concentran en ningún grupo en particular, pues son universales, afectan a personas de todas las regiones y todas las sociedades. Están presentes en todas las etapas de la vida de hombres y mujeres.
En la actualidad, alrededor de 450 millones de personas en todo el mundo padecen alguna clase de enfermedad mental, neurológica o conductual que dificulta gravemente su vida, pero solo una ínfima parte recibe el tratamiento más elemental.
De ahí que sea necesario implementar las estrategias a fin de garantizar una mayor disponibilidad de medicamentos psiquiátricos a quienes lo necesitan. Además, que la legislación vigente del país considere extensivo el derecho a la salud mental, garantizándola a través del disfrute de toda una gama de facilidades, bienes, servicios y condiciones.
“Una buena salud mental resulta trascendente ya que favorece la calidad de vida de las personas, permite afrontar los eventos y obstáculos de la vida cotidiana, así como trabajar en proyectos alcanzar metas y funcionar de manera efectiva en la sociedad”, afirmó.