Con el apoyo pleno del Congreso y el pueblo de Francia, el presidente François Hollande le declaró ayer desde Versalles formalmente la guerra al Estado Islámico.
El asunto es que el Estado Islámico es un grupo terrorista ideológico-religioso y no un país. Como tal está distribuido en muchas naciones –incluida la propia Francia- y está integrado por personas de muchas nacionalidades, incluso por ciudadanos franceses.
Sólo habría que ver que 4 de los 7 terroristas que sembraron de muerte a París el viernes pasado eran franceses, para entender que el inicio de esta guerra llevará a un combate inédito a Francia.
Esta particularidad fue retomada ayer mismo por el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, quien advirtió que en esta guerra está descartado el envío de tropas regulares a Siria porque luego el ataque podría venir del grupo del Estado Islámico en Yemen o en Libia o en otra nación y entonces no alcanzarían los ejércitos regulares para combatirlos en una confrontación regular.
Por lo pronto Hollande alertó a los franceses que el estado de excepción o emergencia durará 3 meses y que de entrada ordenó a su ministro de Defensa reunirse con sus homólogos del resto de la Unión Europea para establecer un mecanismo de colaboración de inteligencia y de acciones en sus ramos contra la amenaza terrorista del Estado Islámico.
Hollande considera que a partir de lo ocurrido el viernes en París, no se puede descartar otro atentado en Francia o en cualquier otra nación del continente.
Asimismo anunció el aumento en 5 mil agentes de los cuerpos antiterroristas y en 8 mil 500 otras fuerzas suplementaria así como la creación de la figura de jueces antiterroristas; dijo que promoverá reformas para endurecer penas y acciones contra terroristas; y reformas a la Constitución para anular súbitamente la ciudadanía y expulsar de igual manera a extranjeros que cometan actos de terrorismo.
Entre sus medidas está el de establecer controles al Internet a fin de combatir el ciberterrorismo hoy en aumento, indicó.
Estas acciones contemplan establecer de una vez por todas controles a viajeros en todo Europa a fin de identificar de inmediato a quienes hayan estado en naciones donde el Estado Islámico tiene centros o participe en guerras.
Hollande suspendió toda baja de personal militar y desechó cualquier disminución o afectación en sus presupuestos.
Y como no descarta realizar acciones militares regulares, enviará el portaaviones Charles DeGaulle a la parte oriental del Mediterraneo para que desde ahí sus aviones ataquen a blancos del Estado Islámico en Siria, país que se ha convertido, dijo, en la principal fábrica de terroristas del mundo.
En sus medidas está el convocar a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unida a fin de que se analice lo ocurrido en París la tarde-noche del viernes pasado, que él considera un abierto acto de Guerra contra la libertad de los franceses, contra hombres y mujeres de este país, contra los jóvenes franceses y contra el centro del sistema democrático y de valores de esta nación, considerada la cuna y garante de los Derechos Humanos en el mundo moderno.
Por ello promoverá un encuentro urgente con los presidentes de Estados Unidos, Barak Obama y Vladimir Putin de Rusia.
Entre sus proyecciones está el de exigir la aplicación también inmediata del artículo 42.7 mejor conocido como el de “solidaridad” del pacto de la Unión Europea, que obliga a todos sus países miembros a actuar en defensa de cualquiera de ellos que sea atacado por una fuerza externa.
En su discurso, transmitido en directo a todo el país y sus territorios de ultramar, seguido por todos los medios informativos internacionales, el rpesidente de Francia advirtió que lo único cierto es que usaría todo su poder y todos los recursos a su alcance, para no dar ninguna tregua hasta declarar exterminados a los terroristas del Estado Islámico donde quiera que estos se encuentren.
“No es una guerra de civilizaciones… los asesinos no representan a ninguna civilización”, dijo con desprecio.
Desde la tribuna de la sede del Congreso en Versalles, un recinto histórico que reunió a diputados y senadores, a dirigentes políticos de todas las fuerzas, a personajes civiles e intelectuales, Hollande indicó que lo que se sabe hasta ahora es que el ataque del viernes se fraguó y ordenó desde Siria, se organizó en Bélgica y en él participaron franceses.
Y concluyó:
“Los terroristas no destruirán la República… la República destruirá a los terroristas”.
El mensaje de Hollande a la Nación, enmarcado en la más estricta de las solemnidades, terminó con el canto de La Marsellesa, entonado por todos los asistentes en uno de los mayores apoyos y muestras de unidad en torno a las decisiones de Hollande.
REPERCUSIONES
No se requiere bola de cristal para entender que todas estas decisiones impactarán y modificarán políticas y acciones de seguridad y contra la migración en Europa y entre sus naciones y sociedades.
Ayer mismo se comenzó a hablar de que esta guerra se desarrollaría no sólo limitando la migración y acogida de extranjeros dentro de Europa, sino estableciendo políticas y acciones conjuntas, militares o civiles, contra el terrorismo.
Esta guerra prevé el uso de nuevas tecnologías –como los drones armados o espías- y de los cuerpos militares de acción rápida de élite que existen ya en la mayoría del mundo desarrollado.
Grupos como los Seal estadounidenses que “eliminaron” a Osama Bin Laden. Esos grupos de operaciones especiales, ágiles y versátiles, altamente entrenados para realizar tareas que van desde el espionaje al exterminio de enemigos.
Según Business Insider estas son 8 los más destacados:
Los Seal de Mar, Aire y Tierra de la Armada de EE.UU que ya mostraron su efectividad en el asesinato de Osama Bin Laden. Les siguen los SBS –siglas en inglés de Servicio Especial de Embarcaciones- de Reino Unido, que junto con sus hermanos británicos del SAS -Servicio Aéreo Especial Británico- son considerados de los más especializados en el mundo.
En ese mundo militar de alta eficiencia sobresalen los Sayeret Matkal, unidad de élite de las Fuerzas de Defensa de Israel y los ESD alemanes. Cuyos miembros reciben especialización en áreas no sólo militares, sino de ingeniería, nuevas tecnologías y otros muchos campos así como entrenamiento físico en situaciones extremas, como de película.
Entre ellos está el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional, el GIGN, de Francia que, dicen, es una de las más respetadas en el mundo y sin distinción ahí se encuentra también el Grupo Alfa ruso y la Fuerza de Guerra Naval Especial de España.
Quizá en esta guerra que inicia Francia y a la cual se unirán otros países, participarán estos grupos con sus hombres y mujeres con entrenamientos casi a la James Bond.
Hasta hoy por ahí van las consecuencias del ataque del Estado Islámico del viernes en París.