La narcoguerrilla que la CIDH ha querido ocultar

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CIDH
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Si para ello hay que acusar al Ejército de un crimen que no cometió y hay incluso que exonerar al asesino José Luis Abarca y liberar a los policías municipales y a los sicarios de Guerreros Unidos presos, responsables de la desaparición de 43 normalistas y su ejecución, eso para el aparato de propaganda de la izquierda y para la CIDH no es problema, pues carecen de escrúpulos.

Pero, al parecer, para el aparato de propaganda de la izquierda y la CIDH no es la responsabilidad política de AMLO en la masacre lo más importante a ocultar del caso.

MILENIO reveló las conversaciones telefónicas del vocero de los normalistas de Ayotzinapa, Omar Vázquez Arellano y un condiscípulo sobre el reciente intento del grupo criminal Los Ardillos por “levantar” a alumnos pertenecientes al grupo criminal Los Rojos. Ambos concuerdan respecto al daño que el “levantón” habría tenido, porque confirmaría la negada infiltración de Los Rojos (a su vez enemigos de Guerreros Unidos)

Pero esto, además de confirmar la infiltración de Los Rojos y que la misma sería la causa principal de la masacre, indica que la infiltración SIGUE.

¿Quiénes permitieron y permiten tal infiltración? Quienes realmente mandan en la normal: el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR).

En 2009 el ERPI admitió haberse enfrentado con sicarios partidarios de Joaquín Guzmán, porque supuestamente fueron usados en acciones contrainsurgentes, aunque negó estar inmiscuido en el narcotráfico.

Pero esto va más lejos: revelaría una alianza con narcos y la confirmación de que en México ya hay narcoguerrilla.

Al aparato de propaganda de la izquierda y a la CIDH y sus “expertos” les gusta AMLO, pero más los terroristas. Por eso es tan importante ocultar la razón por la cual los normalistas fueron enviados a Iguala y la grave responsabilidad en ello del ERPI y el EPR.

Todo va quedando claro…