Expuso que la bancada panista tiene especial interés en contar con el tiempo suficiente para realizar un análisis serio, sereno, escrupuloso y responsable sobre qué tipo de Corte requiere la nueva circunstancia que atraviesa el país, los perfiles que deben integrarla y qué otro tipo de equilibrios se tienen que salvaguardar.
El Ejecutivo federal debe entender que el Senado tiene ante sí la toma de una decisión relevante, de la más altísima responsabilidad y con el mayor de los respetos y consideración que se le debe tener a otro Poder, precisó.
“Lo importante –dijo– es tomar una decisión que fortalezca a la Suprema Corte, que genere un amplio consenso, porque se trata de una competencia exclusiva del Senado que por lo menos el PAN “no comparte ni consulta con nadie ajeno al grupo parlamentario”.
Reiteró que los dos candidatos o candidatas que lleguen a cubrir las vacantes en la SCJN deben reunir mínimamente los requisitos de buena fama pública y solvencia moral incuestionable, no tener militancia partidista, experiencia profesional probada y un profundo entendimiento de la Constitución, del orden jurídico internacional y en particular del de los derechos humanos.
Además, para garantizar la equidad de género en los nuevos nombramientos, se hace necesario –agregó– que cuando menos una de las ternas que envíe el Presidente de la República al Senado sea integrada por mujeres.
Herrera Ávila alertó que el Senado debe contar con el tiempo suficiente que le permita procesar con responsabilidad las ternas, porque se corre el riesgo de generar una coyuntura donde el Presiddente por sì mismo tenga que resolver los nombramientos, ante la falta de acuerdos.
Manifestó que el grupo parlamentario no desea llegar a este escenario de nombramiento directo por parte del Ejecutivo, “porque romperia los equilibrios de la división de poderes y sería lo peor que le podría pasar al Senado”.
Por ello, el coordinador parlamentario insistió en la necesidad de que el Ejecutivo federal sea sensible y envíe a la brevedad las ternas, para no seguir generando una tensión mayor a la carga ideológica y polìtica que de suyo representa la elección de dos ministros para uno de los tres poderes de la Unión.
Destacó la relevancia de desahogar las ternas “en esta primera vuelta”, es decir que el primer mandatario envíe ya las propuestas y la Comisión de Justicia dé paso a las comparecencias para definir la elegibilidad de las y los prospectos y posteriormente éstos hagan lo propio ante el pleno senatorial, previo a que las bancadas acerquen posiciones para alcanzar la mayorìa calificada que se requiere.
Adelantó que antes de comparecer, el grupo parlamentario solicitará que las y los candidatos que integren las ternas presenten y hagan pública su tres de tres, esto es sus declaraciones patrimonial, de impuestos de los últimos cinco años, así como la de potenciales conflictos de interés que pudieran tener en el ejercicio de sus nuevas funciones.
Finalmente, Herrera Ávila puso de manifiesto que el actual procedimiento, por ejemplo, para el nombramiento de los ministros de la Corte ya resulta inoperante por el innecesario desgaste al que están expuestos las y los aspirantes a la SCJN, pero sobre todo porque la falta de tiempo forza los acuerdos.