Bueno. Pues este miércoles 4 de noviembre de 2015 ha sido un gran día. Hay Fiesta Grande como acostumbran decir mis coterráneos de Chiapaecorzo.
Los ministros de la Suprema se arreglaron el cabello y aparecieron seres humanos debajo de las togas solemnes de la justicia.
Los ministros, la mayoría de ellos, le quitaron el estigma diabólico a la marihuana, esa hierba bendita (y bendita por la tía Ofelia), considerada por las buenas conciencias como la hierba del pecado y de la muerte.
Con cuatro votos a favor y uno en contra, la Primera Sala de la SCJN avaló el consumo de mariguana con fines lúdicos y recreativos, al amparar a cuatro personas que impugnaron la ley que prohíbe esta posibilidad. Esto al declarar inconstitucionales cinco artículos de la Ley General de Salud que prohíben a la Secretaria de Salud autorizar actos relacionados con el consumo personal de esta droga con fines recreativos.
Y vale la pena mencionar los nombres de quienes le dieron personalidad jurídica a esa yerba hasta la mañana del miércoles maldita: José Ramón Cossío, Olga Sánchez Cordero y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea votaron a favor. El ministro Jorge Pardo lo hizo en contra.
Además, determinaron que procede el amparo; es decir el consumo recreativo, cultivo y transportación de la droga solamente para los integrantes de la asociación que se atuvo al juicio de amparo.
Y es que, como lo argumentó la ministra Sánchez Cordero, la prohibición absoluta es excesiva y no protege el derecho a la salud; el consumo con fines lúdicos debe ser autorizado para respetar el régimen de libertades personales.
La Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART) solicitó en 2015 a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) un permiso para que sus miembros cultivaran y consumieran su propia marihuana. Sin embargo, la petición fue rechazada.
Pero en medio de todo, el hecho que fue un grito de esperanza por la vida fue el del papa de Grace, la niña que padece un tipo de epilepsia muy agresiva que sólo se trata con la hierba ahora reivindicada.
Raúl Elizalde, padre de la enfermita, le recordó al mundo que gracias al uso del Cannabidio la niña ha podido conciliar el sueño. La epilepsia que sufre le provoca hasta 400 episodios al día.
En fin que ocurrió lo que no era esperado por el carácter conservador de la Suprema Corte. Y esto traerá inclusive consecuencias sumamente positivas para el combate al comercio ilícito de la droga. Ya lo verán. Y es que era imposible que México siguiera por el camino del oscurantismo cuando connotadas personalidades del mundo han insistido en la despenalización de las drogas, ya no sólo de la marihuana.
¡Fumadores! Ya podéis, ahora sí – bueno; si queréis – trocar por un carrujo ese maldito cigarrillo venenoso y mortal, que os produce EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y Enfisema Pulmonar, que os llevan derechito al camposanto de la manera más inimaginablemente dolorosa.
Era incoherente que un veneno mortal como el cigarrillo de tabaco estuviera despenalizado y cobrara millones de víctimas, por la espantosa combustión que produce miles de sustancias venenosas (Yo son una de esas víctimas, que si sobrevivo es porque jamás volví a enchufarme un cigarrillo) y que se penalizara el consumo de una yerba que sólo causa daños en la mente de las conciencias moralinas, seudoreligiosas, fascistas, hipócritas, pero que tiene efectos saludables para paliar el dolor de múltiples padecimientos.
En hora buena para los ministros. Por primera vez en la historia decidieron de acuerdo con la historia.
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