Sin el menor poder para conciliar intereses y posiciones de sus bancadas en el Congreso, el presidente del PAN Ricardo Anaya es hoy un mero espectador en el enfrentamiento que viven senadores y diputados blanquiazules.
Así lo que los diputados panistas negocian y acuerdan entre ellos y con otras bancadas en San Lázaro, pronto es echado abajo y votado en sentido contrario por los senadores del mismo partido.
En un intento por desviar la atención pública respecto a su confrontación y ruptura, senadores y diputados blanquiazules comienzan a intentar echarle la culpa a otros de sus desacuerdos y han tomado a las fracciones del PRI como al negro de su feria de desbarajustes y desatinos legislativos.
Esto fue evidenciado ayer por el diputado poblano Jorge Estefan Chidiac, quien indicó:
“Ayer los senadores de Acción Nacional se mostraron muy satisfechos con el tema de la gasolina, no así los diputados. Pero al revés, los diputados del PAN se vieron muy satisfechos con su baja al impuesto a los refrescos, no así sus senadores… estamos ante un problema de coordinación y de fortaleza interinstitucional entre esos dos grupos parlamentarios”, afirmó.
El conflicto interpanista emergió la semana pasada al votar los senadores de Acción Nacional en contra de reducir el impuesto a los refrescos, rebaja que había sido propuestas y acordada por los diputados del mismo partido.
En represalia porque sus compañeros senadores les echaron abajo la reducción fiscal a los refrescos, los diputados intentaron echar abajo ayer un apartado del Presupuesto de Ingresos aprobado por sus senadores para garantizar que el precio de las gasolinas comience a fluctuar de acuerdo a la demanda de mercado a partir del año próximo.
Lo aprobado por los senadores panistas y los del resto de esa cámara, es que el año próximo inicie con una baja en el precio de las gasolinas que podría llegar hasta un 3%, lo que a nivel personal podría representar un ahorro de centavos en el llenado de cada tanque de auto, pero que a nivel macroeconómico representará miles de millones de pesos.
Pues los diputados no estuvieron de acuerdo e hicieron lo imposible para que no pasara ese mecanismo.
La cuestión es que el resto de las fracciones lo aprobó y así quedará para el siguiente año y para que pueda, en 2018, quitarse finalmente cualquier banda de fluctuación controlada y dejar libre el precio de las gasolinas a la libre competencia del mercado.
Para entonces estarán instaladas y operando en todo el país gasolinerías de toda clase de empresas nacionales e internacionales.
Al comentar esto, el diputado Jorge Estefan Chidiac precisó:
“Con lo aprobado, en enero del año próximo bajará el precio de la gasolina, gracias a la banda de flotación de más menos tres por ciento que se establecerá para el mismo y a los precios internacionales del petróleo.
“Desafortunadamente el Partido Acción Nacional de nuevo desconoció lo que sus legisladores acordaron en la Cámara alta (Senado)”, indicó.
Explicó que esta banda se irá ampliando, de modo que en 2017 será mayor y en 2018 se eliminará con lo que el precio del combustible se ajustará totalmente al mercado.
“Más bien lo que hay es una fractura entre senadores y diputados del PAN, que unos apoyan una cosa y otros, otra… estamos ante un problema de coordinación y de fortaleza interinstitucional entre esos dos grupos parlamentarios”, afirmó.
CHAMAQUEADO
Por la tarde, la diputada priísta Georgina Trujillo salió a precisar la posición de su grupo en relación a la exigencia del coordinador de los diputados del PAN, el michoacano Marko Cortés, quien exigió la inmediata comparecencia de los directores de Pemex y la CFE debido a que el diario Reforma indicaba en su nota principal que las dos empresas había registrado pérdidas de un 34% durante el último trimestre y un aumento del 10% de sus costos.
La legisladora tabasqueña casi nalgueo mediáticamente al coordinador parlamentario blanquiazul a quien expuso como un legislador novato que brinca sin ponderar y profundizar en las condiciones reales de ambas empresas.
“Nosotros (los priístas) queremos simplemente señalar que no se pueden tomar decisiones de esa naturaleza con tanta ligereza y con tanta liviandad. Si bien es cierto, y para nadie es un secreto que ambas empresas tienen una situación financiera compleja, también es importante que dejemos aquí en claro que en el caso concreto de Comisión Federal de Electricidad.
“De acuerdo a las cifras que el diario menciona, no está considerando el diputado Marko Cortés, una serie de elementos que también a los diputados nos debe llamar la atención hacia poder buscar soluciones; como son justamente los pasivos laborales de Comisión Federal de Electricidad que ascienden a prácticamente 47 mil millones de pesos.
“No está considerando tampoco, los subsidios que la Secretaría de Hacienda no reintegra a la Comisión Federal de Electricidad y que ascienden a casi 40 mil millones de pesos, es decir, no se pueden analizar las finanzas de una empresa tan compleja como la CFE y Pemex, simplemente porque aparece en un diario nacional”, dijo la diputada Trujillo.
Y aclaró que su fracción está de acuerdo en pedir que comparezcan los dos directores pero “siempre y cuando vengan no sólo a discutir una nota de prensa, sino realmente desde el punto de vista legislativo, qué vamos a hacer, para que esas empresas productivas nacionales, tengan condiciones de competencia para salir al mercado tan competido que tendremos a partir de los próximos años”, subrayó.
Trujillo consideró que evidentemente que el coordinador panista busca un efecto político pero le recordó que “no se puede juzgar a nadie a partir de una nota periodística sobre los resultados financieros de una empresa tan compleja, como son estas dos, Pemex y CFE”.
VISITA EL AUTÓDROMO
Sí, la visita que realizó ayer el presidente Enrique Peña Nieto al Autódromo “Hermanos Rodríguez”, para conocer el circuito en el que se correrá el Gran Premio de México de la Fórmula 1 el próximo domingo, seguramente será hoy un hashtag en redes sociales.
La verdad es que este tipo de encuentros es por demás normal en los países donde se corren este tipo de eventos porque los Grandes Premios automovilísticos son un fuerte atractivo turístico y por lo tanto un elemento de interés de los Gobiernos.
Es por ello que Peña Nieto no sólo visitó el autódromo sino que hizo un recorrido por los 4.3 kilómetros de la pista, que ha sido renovada en su totalidad, durante el cual fue informado de que el regreso de la Fórmula 1 a México dejará una derrama económica de 2 mil millones de dólares durante los 5 años que se tiene previsto se realice en nuestro país y eso significa unos 400 millones de dólares anuales, en promedio.
Así inicia el tercer periodo en que México cuenta con una competencia de la Fórmula 1, después de 23 años de ausencia. La última vez que se corrió la F1 en el Autódromo “Hermanos Rodríguez” fue en 1992.
Ahí Peña Nieto tuvo la oportunidad de saludar y conversar con los trabajadores que rehabilitan y acondicionan el autódromo y su pista y con los miembros de algunas de las escuderías que participarán en la carrera.
Así estuvo con el piloto mexicano de Force India, Sergio Pérez; el británico Lewis Hamilton, de Mercedes Benz; y Esteban Gutiérrez, que forma parte de la escudería Ferrari.
El domingo ahí se reunirán unos 110 diez mil aficionados –nacionales y extranjeros- para ver en directo competir a 20 pilotos y sus vehículos.
Alejandro Soberón Kuri, presidente del Consejo de Administración y Director General de CIE, explicó a Peña Nieto que se vendieron poco más de 300 mil boletos para los tres días que durará el evento, con lo que se espera una asistencia de más de 100 mil personas por día. Tan sólo en el Foro Sol, que será cruzado por el circuito, habrá unas 30 mil personas.
En la modificación del circuito y adecuación de todas las áreas, incluidos los pits – que prácticamente se rehicieron-, así como obras para los accesos, se emplearon a 2 mil personas; unas 10 mil más participarán en la organización el día del evento. Fórmula 1 cuenta en sus transmisiones por televisión de cada carrera, con una audiencia de 520 millones de personas en todo el mundo. Se considera que la realización del Gran Premio de México, tendrá una promoción que equivale a 200 millones de dólares.