Toda acción política va acompañada de sus mensajes. Y los mensajes de la toma de posesión del diputado federal Alberto Silva como nuevo presidente del PRI en Veracruz el sábado anterior no tienen desperdicio.
Mucho fue lo que se definió en ese evento:
- Que el desastroso gobernador Javier Duarte puede dormir tranquilo, porque desde Los Pinos han decidido protegerlo y sostenerlo hasta que cumpla el último día de su mandato a fines de 2016, pese a que había indicios de que sería echado a patadas en los siguientes dos o tres meses y muy posiblemente enjuiciado por desviación de fondos federales.
- Que el sábado se definió la primera candidatura del PRI a una de las 12 gubernaturas que estarán en juego en 2016 y que el postulado es ya precisamente el diputado federal Alberto Silva. El mecanismo es simple: como nuevo líder del tricolor en el estado Silva se dedicará a recorrer durante los próximos 2 o 3 meses los 212 municipios de Veracruz para posicionarse a fin de que en febrero o marzo, pida licencia y sea postulado como el candidato con mayores simpatías.
- Duarte habrá cumplido así su aspiración de dejar como sucesor designado a un incondicional, y dejar de lado a los Yunes, a los senadores priístas Héctor y José, con quienes el gobernador mantiene una disputa política desde siempre.
- El evento dejó en claro que el presidente del PRI nacional, el sonorense Manlio Fabio Beltrones fue enviado por el presidente Enrique Peña Nieto a convalidar todo lo anterior en beneficio de un pragmatismo cuyos costos consideran manejables. Haberse ajustado a una contienda interna limpia y democrática entre los aspirantes tricolores veracruzanos, habría provocado una ruptura interna en el PRI estatal que los habría llevado inevitablemente a perder el estado que, con una lista nominal de 5.6 millones de electores, es el tercer aportador de votos en el país. No apoyar a Duarte hubiera puesto en riesgo de antemano el posible triunfo del PRI en la presidencial del 2018.
- El otro mensaje es el de que Beltrones quizá no haya ido con disgusto a validar a Duarte y a Silva, ya que de salirse con la suya, el gobernador y el diputado federal estarían sentando un antecedente que beneficiaría al sonorense: el de que un presidente del partido sea candidato… ¿a la Presidencia de la República?
PRAGMATISMO
Dentro de este contexto queda claro que en el PRI todos van juntos. Unos cubren a los otros.
Es obvio que Beltrones –el más institucional de los políticos-, consultó a Peña antes de ir a validar al nuevo presidente del PRI estatal. Bien pudo enviar a un representante y no comprometer a su dirigencia y su posición en un evento que estaba por demás cantado iba a ser el destape de Silva –el elegido de Duarte- a la gubernatura.
Tal como estaba previsto a la toma de posesión –o autodestape- de Silva como nuevo dirigente del tricolor estatal acudieron unas 5 mil personas y toda la clase política priísta empezando por el gobernador Javier Duarte, diputados federales y estatales, líderes de sectores y las estructuras de este partido en todo el estado.
Es evidente que en la evaluación cupular en el DF previa a este evento se decidió mantener y apoyar a Duarte, quien está acusado de endeudar más allá de los 100 mil millones de pesos al estado: 44 mil de deuda directa y una cantidad no contabilizada de deuda a proveedores.
Todo indica que Beltrones intentará en los siguientes días, semanas, conducir y apaciguar el malestar de los senadores priístas Héctor Yunes Landa –quien dice ser el de más simpatías ciudadanas- y José Francisco Yunes Zorrilla, ambos aspirantes desde años a la gubernatura de Veracruz. Ambos han inducido que podrían ir al rompimiento o… irse como independientes.
La verdad es que quienes los conocen comentan que los Yunes saben que fuera del PRI no tienen mucho futuro. Fue significativo que Héctor se haya presentado al evento de Silva del sábado.
Por ello se espera que Beltrones pueda “convencerlos” de sumarse. El argumento será que en los siguientes días iniciará el programa Diálogos por el Veracruz que queremos que se supone será una consulta a todos en el estado para definir el programa que deberá aplicar el aspirante del PRI si gana en los comicios del 5 de junio próximo.
Cuenta para eso el que Manlio haya twitteado los siguientes mensajes luego de asistir al evento de Silva.
“Manlio F. Beltrones @MFBeltrones. Con #DiálogosPRI, construiremos un proyecto para más crecimiento y más empleos, que beneficien a las familias veracruzanas”.
O…
“Manlio F. Beltrones @MFBeltrones. En Veracruz, plantearemos el proyecto y después con unidad y en equipo propondremos candidat@s #JuntosPorVeracruz”.
Y…
“Manlio F. Beltrones @MFBeltrones. La unidad es base y principio de un partido político; En Veracruz construiremos un proyecto donde todos quepan”.
La promesa es que mientras no haya programa no habrá candidato.
GOBER POR 2 AÑOS
La verdad es que Silva estará cumpliendo con su plan de recorrer el estado para llegar a enero con una base de apoyo ciudadano suficiente como para ser el candidato.
Luego de señalar que con el respaldo de Duarte será difícil que pierda, Silva delineó su proyecto para ser gobernador durante 2 años conforme lo establece la última reforma electoral veracruzana:
“Inicia hoy y aquí una nueva etapa de la historia de Veracruz.
“Inicia hoy y aquí la gran victoria electoral del próximo año
“Inicia hoy y aquí el proceso que habrá de llevarnos por todo el Estado y a los 30 distritos electorales en busca de las mejores mujeres y de los mejores hombres, de los mejores jóvenes, para ser candidatas y candidatos a diputados locales y conformar con ellos la nueva gobernabilidad priista de Veracruz.
“¿En que basamos nuestro optimismo en nuestra próxima victoria?
“Es muy sencillo, en que en estos años Veracruz ha tenido bajo su conducción y liderazgo al priista más votado de toda su historia,
“Un millón trescientos mil votos lo avalan, un millón trescientos mil votos lo legitiman,
“La mayoría absoluta que tiene en el congreso lo respalda,
“El cumulo de victorias electorales que ha tenido a lo largo de su gobierno lo afianza como líder político y moral de nuestro partido,
“Desde que es el primer priista de Veracruz, hemos ganado todo.
“Yo y quienes estamos aquí no nos engañamos, esta convocatoria de hoy es por usted, es nuestra forma de expresarle nuestro cariño, nuestro respaldo, nuestro reconocimiento, a quien manda y gobierna a Veracruz.
“El Partido Revolucionario Institucional de Veracruz saluda al priista más ganador de la historia de este estado, Javier Duarte de Ochoa.
“Esta dirigencia no tendrá con usted ninguna sana distancia, porque la distancia ni es constructiva, ni es sana, así quelo que tendremos será una cercanía constructiva, una cercanía total, una cercanía absoluta para construir el Veracruz del futuro”, enumeró.
Evidentemente que luego de Silva, el más feliz era el gobernador Javier Duarte. No sólo mostraba ahí su capacidad de convocatoria y de control sobre las estructuras del partido estatal, sino que tenía a su lado al presidente del PRI nacional, al sonorense Manlio Fabio Beltrones.
Un amarre que ya veremos cómo se resuelve en el resto de las otras 12 entidades con comicios en 2016.