Al final del mitin en la plaza de constitución un grupo de encapuchados lanzaron petardos y pretendieron fuego cerca de una de las puertas de Palacio Nacional, por lo que policías federales lanzaron gases lacrimógenos con lo cual dispersaron a los manifestantes concentrados.
El gobierno capitalino calculó en 20 mil personas los participantes en la movilización, y aseguró que la marcha se desenvolvió en calma durante su trayecto de la Plaza de las Tres Culturas al Zócalo capitalino, donde los manifestantes guardaron un minuto de silencio y concluyeron el mitin programado.
Además, informó que un grupo de jóvenes con el rostro cubierto comenzó a realizar agresiones contra Palacio Nacional, incidente que fue contenido por elementos federales, quienes detuvieron a dos personas que fueron liberadas más tarde.
La Policía Metropolitana intervino para garantizar la seguridad de manifestantes y ciudadanos, mediante la dispersión de los agresores. Detuvo a cuatro personas: un menor que fue entregado a sus padres, y tres más que serán enviados al Juzgado Cívico o al Ministerio Público, una vez determinadas las faltas que hayan cometido.
A 47 años de la matanza del 2 de octubre con la llamada “Jornada de Tlatelolco a Ayotzinapa. 47 años de lucha contra la impunidad” exigieron justicia por esos hechos ocurridos en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y por la desaparición de los 43 jóvenes de la normal rural Isidro Burgos.
La protesta acompañada con los lemas “Hasta encontrarlos” y “2 de octubre no se olvida” se llevó a cabo de manera tranquila casi en su totalidad. Sin embargo una veintena de jóvenes encapuchados en total impunidad realizó actos violentos.
los inconformes realizaron pintas en bardas durante la caminata y rompieron cristales en una estación del Metrobús. En el Zócalo, mientras Félix Hernández Gamundi, del Comité del 68, pronunciaba un discurso, lanzaron petardos y bombas molotov contra policías federales que acudieron a custodiar Palacio Nacional.
Los jóvenes, prendieron fuego en las cercanías de una de las puertas de madera de Palacio Nacional, y ello condujo al despliegue de un nutrido grupo de policías federales, quienes respondieron con gases lacrimógenos para dispersar al grupo violento.
Desde el micrófono se llamó a la calma y no caer en provocaciones, pero el grueso de los manifestantes decidió retirarse.”No se estresen, no corran, váyanse en orden”, decía Hernández Gamundi con micrófono en mano, mientras numerosas personas salían corriendo y otras trataban de protegerse de los gases tapándose la boca y la nariz con sus ropas.
Policías antimotines del Distrito Federal persiguieron a los jóvenes agresores y detuvieron a algunos, a quienes liberaron momentos después, cuando la mayoría de manifestantes se había retirado.
